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Sébastien Lauden, Chiara Malta. Categoría: Película. |
Una maravilla visual, narrativa y cómica que conforma la clase de películas que recomiendo con entusiasmo para espectadores de todas las edades. Linda veut du poulet ! es de esas obras que sería muy deseable descubrir a la infancia -para que vean lo asombrosa que puede llegar a ser la animación fuera de la órbita de las majors de Hollywood- y que resultará también deliciosa para los adultos cinéfilos que les acompañen en el visionado. Es una obra repleta de buenas ideas, visuales y verbales.
De la pareja de directores y guionistas, Chiara Malta creo que es una recién llegada a la animación: en vista del brillante resultado obtenido, ojalá se quede. Sébastien Lauden, en cambio, es el autor de una de las más destacadas películas de animación autoral de la década anterior, La doncella sin manos (2016). Su colaboración es una de las más gratas sorpresas del 2023.
Lo primero que llama la atención, o seduce de inmediato, debería decir, es su preciosa y personal estética, de aspecto artesanal. Qué gran idea que todos los personajes sean monocromos y estén apenas delineados, como si se tratara de bocetos en movimiento. Hay un poderoso encanto en su minimalismo y en su nada naturalista empleo del color. No es su único aliciente, ni mucho menos, pero solo por disfrutar de la propuesta estética ya merece ser vista atentamente.
El aspecto y el color de los personajes contrasta con la naturalidad de las interpretaciones, de tono casi documental, con niños a cargo de la mayoría de personajes y -se intuye pero no lo puedo asegurar- algo de improvisación en algunos de los diálogos. Las interpretaciones, dicho sea de paso, tanto de adultos como de niños, son estupendas.
El tono tan realista y natural de la obra favorece otra cuestión interesante: la efectiva deriva cómica que emprende a medida que el relato avanza, pues pasa del humor costumbrista del inicio a desternillantes incursiones en la comedia de enredo o, incluso, en el disparate. Eso lo logra sin perder nunca de vista la humanidad de los personajes, sin que sus motivaciones dejen de ser creíbles.
Para redondear el filme, suenan varias canciones. Son de la modalidad decorativa, no es que sean esenciales para la trama, pero las composiciones son tan interesantes desde un punto de vista artístico y están tan bien interpretadas que da gusto escucharlas. Además, esas piezas musicales están ilustradas con creativas puestas en escena y gran animación. ¿Qué más se puede pedir?
