Trey Parker, Matt Stone. Categoría: Serie. |
26 temporadas ya de South Park. En el ámbito de la animación para adultos, solo le supera en longevidad Los Simpson, pero si la serie creada por Matt Groening hace décadas que dejó atrás su etapa de esplendor artístico, la que nos ocupa no ha perdido nada de ingenio ni de vigencia. Cierto que la realidad ofrece constantemente material que satirizar, per la realidad es igual para todos y pocos la interpretan con la lucidez y el humor de Trey Parker y Matt Stone. Si el secreto del altísimo nivel es ofrecer solo seis episodios al año con gusto ejercita uno la paciencia.
Como la vigesimoquinta, esta tanda de capítulos es también muy reducida, pero logra condensar un año de acontecimientos en el mundo contemporáneo con asombrosa eficacia. El primero, Cupid Ye, es otra maravilla que sumar a la filmografía de la serie. Una burla de los comentarios antisemitas de Kanye West con Kyle en el punto de mira de Cartman y su cupido nazi. Si al rapero ya no le hizo ninguna gracia que se rieran de él a costa de un chiste sobre los palitos de pescado, imagino que esta vez se habrá cabreado bastante al verle ridiculizado de este modo. La fuerza del episodio, no obstante, reside en que no es solo el músico el criticado, es el auge de la extrema derecha en medio mundo, para quienes los judíos son uno de sus muchos enemigos.
No menos acertado estuvo el dúo en The Worldwide Privacy Tour, descacharrante sátira de los duques de Sussex, retratados como realeza canadiense desesperada por ser el centro de atención mientras clama por su derecho a la privacidad. El chiste con la construcción de una marca personal con la condición de ‘víctima’ como constante es impagable.
Japanese Toilets es algo menos brillante, pero abundan los gags logrados, especialmente por su manera de convertir a Randy Marsh en una suerte de portavoz de la extrema derecha estadounidense.
Para quien esto escribe, la joya de la temporada es Deep Learning, uno de los más creativos usos de la inteligencia artificial que he visto. La ejecución es magistral: logra convertir la IA en una aliada al tiempo que evidencia su incapacidad para sustituir al ingenio cómico humano -al menos de momento-. Chat GPT, por cierto, figura como coguionista del capítulo.
DikinBaus Hot Dogs deja momentáneamente de lado la sátira para retomar uno de los clásicos de South Park: la relación entre Cartman y Butters, donde el primero se aprovecha sin piedad del segundo. Eso sí, hay una vuelta de tuerca final que ofrece una nueva imagen de Butters.
Finalmente, aunque Trey Parker y Matt Stone aseguraron que no harían más chistes con Donald Trump, parece que no se pudieron resistir y retomaron su alter ego animado, que es Mr Garrison. El capítulo no está nada mal, pero qué pena que la temporada concluyese antes de que pudieran ofrecer su mirada vitriólica a la detención del expresidente estadounidense.
Otra inspirada y muy recomendable entrega de una serie que nos ayuda a comprender mejor el mundo contemporáneo y, de paso, a sobrellevarlo mejor gracias a las carcajadas.