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Adam Reed. Categoría: Serie. |
A partir de la séptima, cada temporada de Archer situaba a los personajes principales en un nuevo lugar o época. De hecho, el traslado a Los Angeles en la temporada 7 acabó con Sterling, el protagonista, en estado comatoso, circunstancia que Adam Reed aprovechó para que las siguientes historias transcurriesen en su mente.
La octava fue en ‘Dreamland’ -título más explícito, imposible-, la novena en ‘Danger Island’ y esta décima temporada en el espacio y en el futuro, en 1999: dado que la época original son los 60, 1999 sí es el futuro. Los personajes son, como de costumbre, adaptados al nuevo entorno, con vestuario y roles diversos y, en el caso de Pam Poovey, otro aspecto -aparece convertida en una enorme criatura de otra especie-.
Lo que no cambia es la dinámica entre ellos, de modo que la relación entre Sterling y su madre sigue siendo igualmente tóxica, la tensión sexual con Lana Kane no se ha apagado, Ray Gillette continúa yendo por libre y el Dr. Algernop Krieger está tan loco como siempre… Y por supuesto, todos se llevan fatal entre sí y especialmente con Sterling, porque hay cosas que no cambian ni en un millón de años.
Quiere eso decir que por mucho que las tramas estén ambientadas en el espacio y sus misiones sean, una vez más, muy distintas, la serie trasmite la misma sensación de familiaridad que de costumbre. Desarrolla el mismo tipo de humor y, aunque Adam Reed no escribiese esta vez todos los capítulos, los guiones mantienen el mismo tono y estructuras.
Es muy loable el esfuerzo extra en el diseño de los personajes y de las fantásticas criaturas que se encuentran en el camino. Es más, como obra de ciencia ficción, humor aparte, funciona bastante bien y es convincente. Eso no quita que, a pesar del nuevo entorno, uno tenga la sensación de ya visto en más de un momento, pero al menos sirvió para que Archer, la serie y el personaje titular, siguiesen evolucionando.
Además, plantea un emotivo desenlace que seguramente cambie mucho las cosas para la undécima temporada. Se nota que Reed había preparado el final de la serie y esta hubiera sido una satisfactoria conclusión, pero aún así nos alegramos de que cambiase de opinión.
