Mark Burton y Richard Starzak. Categoría: Película. |
Es curioso hasta qué punto un estudio, Aardman, ha desarrollado tanto una estética bien reconocible -su ‘plastimación’ posee el sello de la casa- como un tipo de humor, esencialmente sin diálogos, igualmente personal. La oveja Shaun: La película desarrolla ambos aspectos con la brillantez habitual, con la particularidad de que la segunda característica, la de no depender del lenguaje verbal, la lleva a su extremo. Aquí no suena ni una sola palabra inteligible, así que está enteramente basada en una comedia slapstick de aroma clásico, un tipo de humor visual que rara vez se ve en el cine desde hace décadas más allá de escenas puntuales.
Lo interesante es que Aardman ha logrado crear esa parcela estética y su particular humor a pesar de recurrir a diversos directores. Este mismo film está basado en una creación de Nick Park, surgida del universo de Wallace & Gromit, y aunque él no participó ni en la dirección ni en el guión, todo aquí lleva su impronta y muchos pasajes parecen una continuación de sus cortometrajes de los 90 protagonizados por el bonachón inventor y su fiel perro.
De hecho, el malo de esta película es un hombre que se dedica a cazar animales, justo la profesión de Wallace en Wallace & Gromit La maldición de las verduras (2005), solo que este último era bastante más cuidadoso con los animales -casi siempre conejos- que cazaba y además lo hacía para proteger las cosechas, no par satisfacer instinto sádico alguno.
Siguiendo con las similitudes, que son siempre para bien -en absoluto se trata de un aspecto negativo-, La oveja Shaun: La película resulta igualmente divertida, despliega una similar dosis de ingeniosas invenciones, está repleta de ocurrentes equívocos y mantiene el mismo trepidante ritmo. En definitiva, es una delicia que mantendrá a los espectadores entretenidos de principio a fin.