Julio Azamor y Daniela Fiore. Categoría: Cortometraje. |
Cuando Mickäel Marin, el director del Festival de Annecy, dijo en el 2020 de la animación latinoamericana que “lo más interesante es que siempre hay un mensaje político en sus producciones” es posible que pensara en obras como Un oscuro día de injusticia. También decía Costa-Gavras que tan político es el cine de Hollywood como el que él ha dirigido, pero parece que el término solo se emplea para cineastas con espíritu crítico, disidentes y pensadores que van a contracorriente.
Aun a riesgo de caer en ese mismo sesgo, sí considero que el dirigido por Julio Azamor y Daniela Fiore es un buen ejemplo de cine político latinoamericano. O quizá, para evitar ese término, mejor considerarla una excelente obra de animación comprometida. Está dedicada a la memoria del periodista Rodolfo Walsh, “secuestrado el 25 de marzo de 1977, mientras repartía copias de su ‘Carta abierta de un escritor a la Junta Militar’. Ese día se cumplían un año y un día del golpe de estado en Argentina. Llevaba una pistola calibre 22, que su esposa Lilia le había regalado en su cumpleaños, para evitar caer vivo en manos de los militares”, nos informa el texto con el que comienzan los títulos de crédito finales.
Con estética de cómic ‘underground’ casi enteramente en blanco y negro, que también me ha recordado a las ilustraciones de Andrés Rábago García como El Roto, los directores narran los últimos instantes de libertad del periodista. El relato adopta puntualmente las formas del cine negro o de espías, con entregas clandestinas y personas que se transforman en enormes y vigilantes ojos. Un recurso que amplían con esas criaturas, cómplices de la dictadura, que adoptan la forma de amenazantes lobos. Hay también una bella metáfora visual con las hojas convertidas en pájaros que vuelan libres, un inteligente uso de música -con tango moderno y rock- y una animación de aspecto artesanal, realizada por el estudio Mutante, que parece particularmente acertada en este contexto. Hasta los títulos de crédito finales son visualmente atractivos.