Adam Elliot. Categoría: Cortometraje. |
Tras ganar un Oscar con la obra maestra Harvie Krumpet (2003) y la buena acogida de su primer largometraje, Mary and Max (2009), Adam Elliot dispuso de más presupuesto que nunca para su siguiente obra. Se nota en un diseño de producción más elaborado, aunque por suerte no pierde del todo el encantador toque artesanal que caracteriza su filmografía.
Lo que no cambia en Ernie Biscuit es su personalísima manera de mirar el mundo y de crear cortos poblados por seres pintorescos y solitarios, ni su habitual narración biográfica, ni el recurso sistemático a la voz en off, ni su inconfundible diseño de personajes. Es el Adam Elliot de siempre, con su ingenio y talento, aunque tengo la sensación, no sé muy bien por qué, de que esta vez hubo más cálculo que en otras ocasiones, como si se esforzase en mantener sus señas de identidad aún a costa de mayor libertad creativa.
Sin embargo, es interesante comprobar que esta vez propone una historia algo más oscura que de costumbre, con tintes macabros incluso, de modo que el tono no es tan tierno o humorístico como en otras ocasiones. Es una bienvenida variación que encuentra su punto culminante en el brillante clímax, un montaje paralelo entre un baño y una carnicería.
Nota: fíjate en las vidrieras de la iglesia en la escena de la boda.