2010: TRON: Legacy (Tron)

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TRON: Legacy (Tron)amazon Disney+

Joseph Kosinsky.
TRON LEGACY.
5/10

Categoría: Película.
Guion: Edward Kitsis, Adam Horowitz.
Año: 2010.
País: Estados Unidos.
Género: Ciencia Ficción.
Técnica: Mixta, 3D, Captura De Movimiento.
Estudio: Walt Disney Pictures; Digital Domain, Prana Studios (animación).
Idioma: Inglés.
Característica: Héroes, Autoritarismo.
Duración: 2h 5min.
Clasificación por edades: Todas las edades.
Streaming: Disney+.

28 años después de Tron, film que apenas si tuvo repercusión en el momento de su estreno pero que no tardó en convertirse en un influyente clásico de la ciencia ficción, Disney propuso una segunda parte, Tron Legacy. Dado que el estudio estadounidense, asociaciones con Pixar aparte, llevaba tiempo sin ofrecer producciones especialmente estimulantes ―su proyecto más anunciado por entonces era la cuarta parte de Piratas del caribe―, esta continuación de una de sus más memorables películas era, a priori, una buena idea.

Por supuesto, la motivación era de índole económica, pero era interesante comprobar cómo un largometraje que inició el empleo de efectos generados por ordenador podía beneficiarse de los enormes avances tecnológicos. A partir de ahí empiezan las limitaciones que hacen de este film una decepción. No es una segunda parte ni una continuación, sino simplemente una revisión, un ‘remake’ que repite la historia casi punto por punto ―ni siquiera se molestaron en cambiar el cartel promocional― el original. Lo que vemos es Tron pero actualizado tecnológicamente, así que se echa de menos algo más de ambición y, sobre todo, imaginación.

Y es que las mejores escenas de Tron Legacy son las ya presentadas en la versión original, y los juegos, el lanzamiento de discos y la batalla en moto, son sólo versiones algo más complejas y sofisticadas de lo mismo. Esas revisiones tecnológicamente más avanzadas funcionan en unos casos, en otros son discutibles, pero nunca superan el encanto naif del original ni mucho menos su carácter revolucionario. Visualmente es espectacular, pero sospecho que envejecerá bastante peor que su referente.

Por otra parte, eso no es lo peor, sino el deslavazado y previsible guión. Esta es una de esas películas en las que no sabemos por qué los personajes toman las decisiones que toman, en las que no se molestan en justificar o explicar sus acciones, pues su suceden según lo que les interesa para el avance de la trama. Caso paradigmático, la entrada de Sam Flynn (Garrett Hedlund) en el mundo virtual: casualmente un personaje le dice que ha recibido un mensaje de un lugar, va a ese lugar donde por supuesto encuentra una puerta secreta, que le lleva, cómo no, directo a un despacho escondido, y allí empieza a manejar un ordenador que azarosamente activa un rayo ―muy similar, sino el mismo, que el del original― que le envía dentro del ordenador. ¿Se molestan los guionistas en justificar alguno de esos u otros pasos que me he saltado? No. Pero claro, tienen que meter al protagonista en la red lo antes posible y no hay tiempo para esas cuestiones secundarias.

En adelante lo que tenemos es uno de esos films en los que los personajes están constantemente diciendo lo que todos vemos, cosas como ‘uno menos’ cuando han matado a alguien o ‘estoy preparado’ cuando vemos que están preparados. Adam Horowitz y Edward Kitsis, guionistas de Tron Legacy y de la serie Lost, tratan de tomarse muy en serio la trama y lo hacen complicándola pero, de nuevo, sin molestarse en explicar muchas de las cuestiones, acumulando incógnitas en su lugar. No es que el guión de Tron sea gran cosa, está también lleno de agujeros injustificados, pero comparado con esta acumulación de clichés y lugares comunes que culmina en el más previsible de los finales posibles, el film original parece una maravilla y, sobre todo, resulta considerablemente más imaginativo. Otro ejemplo: el juego de las motos cumple la misma función en la trama y está colocado exactamente en el mismo punto de la narración.

Con un guión así, poco podía hacer el director, Joseph Kosinsky, pero aunque el resultado es estimable teniendo en cuenta que se trata de su ópera prima, tampoco plantea grandes hallazgos visuales ni una puesta en escena que merezca ser destacada. Jeff Bridges se enfrenta al reto de interpretar a Kevin Flynn y a su alter ego cibernético, Clu, pero poco puede hacer con el primero, una suerte de Dios en horas bajas, y el segundo es una cuestión de efectos digitales. Además, de su boca sale el diálogo más ridículo del film, dicho tras una reprimenda a su hijo: “me estropeas el rollo zen”.

Sólo Olivia Wilde insufla algo de vida a su monodimensional personaje, Quorra, pero eso tiene más que ver con su rostro que con sus cualidades interpretativas. En cambio, que el elegido para crear la banda sonora sea Daft Punk fue un acierto, pues el dúo francés creó una música que depara algunos de los momentos más intensos. Eso sí, también es discutible su rol en la película, pues los guionistas tuvieron el detalle de regalare un cameo, nada menos que como pinchadiscos en una fiesta de un club virtual. Al menos sus composiciones ayudan para dotar de algo de personalidad a un mundo cibernético que se parece demasiado al nuestro. También tienen edificios, estadios, trenes, aviones, coches… Parece que la única ventaja es que puedes ligar describiendo cómo es el sol a los lugareños.

Finalmente, aunque la animación en 3D es tecnológicamente más sofisticada y tiene mucho más peso en el metraje, no resulta más efectiva, ni posee la misma cualidad hipnótica, ni tiene nada que ver con el encanto ciberpunk de su predecesora. De todos modos, peor es la parte de captura de movimiento necesaria para rejuvenecer el rostro de Jeff Bridges. Recuerdo bien estar en un cine en el momento de su estreno y pensar que la tecnología debía aún mejorar mucho para ser creíble o, al menos, para salir del valle inquietante, sensación que el paso del tiempo ha agudizado porque ha envejecido muy mal.

Quien sólo busque un espectáculo visual tendrá lo que quiere, pero cinéfilos y amantes de la ciencia ficción mínimamente exigentes corren el riesgo de sentir que han perdido el tiempo o, peor aún, de aburrirse de principio a fin.

Reseña Panorama
Puntuación
5
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