Jonathan Hodgson. Categoría: Cortometraje. |
En The Man with the Beautiful Eyes, Jonathan Hodgson adapta el poema homónimo de Charles Bukowski. Lo hace con su estilo habitual, con dibujos que parecen bocetos y fondos sencillos, pero con un dominio asombroso del medio y de sus posibilidades expresivas. Cierto que algunos de los dibujos parecen imitar el trazo azaroso y poco definido de un niño, enfoque particularmente interesante en el caso de un poema contado desde la perspectiva infantil, pero su manejo de la imagen es de un maestro: véase la brillante transición final, que parte del lugar en el que transcurre la acción y termina en una tienda.
Cuestiones estéticas aparte, los niveles de lectura aportan profundidad narrativa a una obra que ilustra una historia tremenda. Por una parte tenemos la inocente interpretación de los niños, que parecen contarla a través de la poesía de Charles Bukowski, y por otra la interpretación de un espectador adulto que puede imaginar qué ha ocurrido y la visión de la humanidad que implica.
El libro Animation Unlimited (2004) lo selecciona en su lista de cincuenta cortometrajes innovadores desde 1940 e incluye una reveladora cita del autor acerca de la obra: “Me gusta bastante la ‘mala animación’ o animación limitada y el mal dibujo. Me gustan los dibujos de los niños, los dibujos de los adolescentes, el arte de los ‘outsiders’. Cosas que se han hecho sin ninguna consideración, cosas que han ocurrido por accidente me interesan tanto como el arte formal”.
Finalmente, está bien fijarse en la influencia que la animación de Jonathan Hodgson ha ejercido en compañeros de profesión como Stuart Hilton: véase su notable corto Save Me (1994).