Tim Hill. Categoría: Película. |
Illumination Entertainment acababa de debutar con la exitosa Gru: Mi villano favorito (2010), que también fue el inicio de su más popular saga. Difícilmente podía ser mejor comienzo para la nueva aventura empresarial de Chris Meledandri. El segundo largometraje del estudio, en cambio, fue un proyecto bastante más logrado en todos los aspectos. Si desde entonces no ha vuelto a emprender un híbrido de animación y actores de carne y hueso quizá tenga que ver con que el resultado fuese artísticamente flojo y, sobre todo, con que fue el film que menos ha recaudado de su filmografía.
Hop es un desastre protagonizado por el hijo del conejo de Pascua y un holgazán sin deseo alguno de trabajar porque vive muy cómodo en casa de sus padres. Es muy difícil sentir simpatía por ninguno de los dos personajes, y no lo afirmo solo por su nula intención de contribuir a la sociedad, sino porque son más bien antipáticos y no poseen apenas ninguna cualidad. Por supuesto, al ser esta una película de Hollywood apta para público infantil, antes del final asistiremos a un cambio de actitud positiva, pero por entonces es tarde para que nos importe ya mucho.
El guion es un deslavazado despropósito que enlaza escenas sin ton ni son; en el que prácticamente nada resulta creíble; con diálogos terribles; y con personajes cuyas motivaciones rara vez quedan claras. Como además la música, salvo excepciones, es también muy poco interesante y está empleada de un modo invariablemente obvio, el conjunto tiene pocas posibilidades de agradar a alguien que ame el séptimo arte y/o la animación. Da pena que los niños se acostumbren a este tipo de cine, porque el gusto es algo que se va formando.
Hay guiños al público adulto con cierta gracia, como la visita a la mansión Playboy -que ningún padre se preocupe, no se ve nada- o el chiste de David Hasselhoff sobre el coche parlante -cameo que, por lo demás, tiene poca gracia-, pero justamente esos toques de humor no serán entendidos por los más jóvenes espectadores.
La animación, finalmente, ni siquiera es satisfactoria. Técnicamente, la interacción de actores y personajes animados no está mal, ese requisito lo cumple. La animación 3D propiamente dicha tampoco es floja, aunque diste de ser un prodigio. Sin embargo, la estética es convencional a más no poder y los diseñadores perdieron la oportunidad de crear una Isla de Pascua visualmente deslumbrante. Las escenas que ilustran la fábrica son llamativas, pero eso es todo, no asombran por la imaginación ni por la creación de un mundo fascinante: está a años luz de Pixar.