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Ryan Braund. Categoría: Película. |
Ryan Braund es guionista, director y productor de esta película que, además, animó en solitario, de modo que forma parte del selecto grupo de largometrajes de animación realizados por una sola persona. Sabiéndolo, aún me parece más admirable el resultado obtenido. Cierto que el diseño de los personajes y de los fondos están necesariamente simplificado para agilizar su creación, pero el movimiento del protagonista es realista -realizado, supongo, a partir de referencias de vídeo- y resulta siempre creíble, así que el trabajo es excelente y muy meritorio.
Esa estética sencilla, casi en blanco y negro -predominan los tonos grises- funciona muy bien en el contexto de este inquietante thriller de ciencia ficción, de modo que su aspecto es un aliado narrativo, no una limitación. De hecho, el empleo de animación añade una capa de extrañeza, o de alejamiento de la realidad, que resulta particularmente efectiva en su fascinante clímax. Es más, ayuda a difuminar las fronteras entre realidad y locura, entre realidad y simulación, aspectos claves en la cinta.
De todos modos, Absolute Denial hubiera sido una propuesta muy interesante incluso de ser rodada con actores de carne y hueso, puesto que sus puntos fuertes son el guion y el trepidante ritmo que Braund imprime a su dirección. El film se centra en un programador genial que se propone construir un ordenador con una capacidad extraordinaria para explorar las posibilidades de la inteligencia artificial. Por supuesto, el experimento se le va de las manos al protagonista justamente por el poder que adquiere el ordenador, pero no hay nada previsible en el desarrollo y menos aún en un desenlace que se presta a varias interpretaciones.
