Red Cunt es el documental que Toti Baches le dedica a la menstruación y cuyo propósito es normalizarla y visibilizarla. “Durante siglos nos hemos encontrado con una definición bastante patriarcal-neoliberalista de la menstruación: la menstruación es una cosa sucia que se tiene que esconder”, afirma la directora, de modo que buena parte de sus esfuerzos están dedicados a mostrar hasta qué punto es algo natural que no debería esconderse. Es más, según algunas de las entrevistadas, podría incluso celebrarse.
La cinta aborda la regla desde multitud de puntos de vista: de la sexología, de la ginecología, del arte, del activismo, etc… De hecho, amplía sus intereses a asuntos próximos, como la relación de las mujeres con su vulva, la transexualidad, la influencia de la publicidad o la falta de investigación. Además, permite escuchar a personas muy interesantes, como el hombre transexual que decide seguir teniendo la regla o la luchadora que sube al ring ataviada con un traje-vagina que hasta es capaz de eyacular.
Ha sido muy valioso conocer tantas apreciaciones acerca de la regla -sería triste que solo lo viesen mujeres cuando es una cuestión que nos atañe a todos-, así que me alegra haber llegado al documental por las escenas animadas que incluye. Y es que la directora combinó las entrevistas con breves pasajes de ficción que, en clave de humor, imaginan un mundo habitado por las garantes de la menstruación, unos seres rojos que se desviven por las menstruantes a las que visitan. Entre otros aciertos, por ejemplo, hay una versión con mujeres del Monte Rushmore. Lástima que no hubiese apenas presupuesto para esas escenas, de modo que si la sencilla estética tiene encanto, la animación suele ser limitada o mínima. En cualquier caso, es un buen trabajo el de Ariadna Bassas y Aleksandr Izmailov -las autoras de las ilustraciones y la animación- y estos pasajes enriquecen el conjunto.
Red Cunt, por cierto, es la primera parte de una trilogía que Toti Baches define como “la Trilogía de les Emes: Menstruación, Masturbación y Menopausia”. Bienvenidas serán esas entregas.
Fragmento del documental: