HARRIET LA ESPÍA (HARRIET THE SPY).
8/10
Harriet la espía está libremente inspirada en el libro homónimo de Louise Fitzhugh, un clásico de la literatura juvenil originalmente publicado en 1964. Lo mejor de la serie es su estética, con un estimable diseño de personajes y, sobre todo, con unos fondos particularmente detallados y coloridos que reflejan bien la belleza del Upper East Side neoyorquino. Creo que solo por esa cuestión ya merece la pena verla y refleja bien el lujo de vivir en esa zona de Manhattan. Además, como de la animación se encarga Titmouse, la parte visual es estupenda -dentro de los estándares de una serie con presupuesto limitado, claro está, no es que haya alardes-.
La pena es que los guiones son, en general, bastante menos estimulantes que la estética. El personaje principal sí posee cierto atractivo, pero buena parte del encanto de la obra original se queda por el camino. Parece que los guionistas, a la hora de modernizar la fuente, privilegiaron tramas similares a las de otras series contemporáneas que también transcurren en colegios, en lugar de profundizar en las singularidades de una niña que quiere ser escritora y, para eso, decide ser espía. Y por supuesto, de ofrecer una sátira de la alta sociedad neoyorquina, por leve que sea, ya ni hablamos.
De todos modos, es una serie recomendable y fue seleccionada en la Sección de producciones para televisión del Festival de Annecy 2022, así que hay expertos en animación que apreciaron su interés mejor que yo.