Bertrand Bonello. Categoría: Película. |
En la ficha de Coma en Filmin figura animación como género. En al festival Fancine, está incluido en la sección Ánima zona, la dedicada al medio. Como supongo que no soy el único amante de la animación que querrá verla por uno de esos motivos, una precisión es necesaria: no se trata de un largometraje animado y, de hecho, en los veinte primeros minutos, aproximadamente, no hay nada de animación. Sí hay, más adelante, y en varias escenas, un interesante empleo del medio que incluye rotoscopia y stop motion. De hecho, a medida que avanza el metraje estas escenas se van haciendo más frecuentes, de modo que sí creo que sea recomendable para los interesados por la animación independiente, por mucho que no sea el medio predominante.
Bertrand Bonello rodó Coma durante uno de los confinamientos por Covid-19. Lo hizo en su casa durante solo doce días. La trama refleja las condiciones del rodaje puesto que la protagonista es una adolescente que acaba de cumplir 18 años y que sobrelleva a duras penas la cuarentena en su hogar, con la ayuda de videollamadas a sus amigas, un juego para ejercitar la memoria y, sobre todo, los vídeos de una peculiar YouTuber, Patricia Coma.
Es interesante la propuesta narrativa de Bonello, cómo aborda los efectos del confinamiento en la adolescencia, sus incursiones en el terror y el enigmático personaje de Patricia Coma. Quienes disfruten con el cine experimental seguramente aprecien sus planteamientos.
En lo que respecta a la animación, aunque la rotoscopia es visualmente atractiva, lo mejor es el stop motion con muñecos de juguete -tipo Barbie y Kent-. Lástima que muchas de esas escenas, supongo que por falta de tiempo y/o presupuesto, no estén animadas, o lo estén mínimamente -son esencialmente muñecos estáticos-, pero aquellas con una animación sofisticada son estupendas y, unidas a las buenas interpretaciones de voz, de lo más sugerente de la cinta.