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Steve Daye. Categoría: Película. |
La saga cinematográfica de Barbi sigue adelante para infortunio de niños cuyos responsables tengan mal gusto o no supervisen lo que ven. Es otro ejemplo de animación 3D con una estética tan horrenda que casi puede apreciarse como logrado ejercicio de feísmo, aunque sea involuntariamente. El guion no es tan espantoso y supongo que habrá quien le encuentre algún valor porque se muestra favorable a la amistad y a tratar amablemente a la gente, pero desde un punto de vista artístico difícilmente podría ser más convencional y anodino.
Barbie: Skipper y su gran aventura como canguro incluye unos breves pasajes en 2D que no son tan terribles, lo que de ningún modo quiere decir que sean visualmente atractivos. Otra cosa es que cualquier cosa sea preferible al 3D descuidado y de bajo presupuesto que domina el conjunto, la clase de animación que crea alguien con el único fin de pagar las facturas.
Al menos se estrenó directamente en Netflix, así que no ocupó salas de cine que podían emplearse en una película más interesante -cualquiera-; y solo dura 60 minutos, así que quien la padezca se ahorra la media hora extra que suelen tener los largometrajes de animación aptos para la infancia.
