Christian Arredondo Narváez es un antiguo alumno de la prestigiosa escuela parisina Gobelins y el director del interesante corto La frontera (2022), en el que aborda con sencillez y una bella propuesta estética el drama de la inmigración. Vi su obra como parte del festival Chilemonos 2022 y me pareció tan interesante que quise conocer sus preferencias e influencias en el ámbito de la animación.
Le pedí, por ejemplo, que nos recomendase un corto animado que le pareciese esencial. El elegido es The Old Crocodile (2005), cuyo título original es Toshi wo totta wani, dirigido por el gran cineasta y animador japonés Koji Yamamura a partir del libro de Léopold Chauveau.
Le cedo la palabra para que nos explique el porqué de su elección:
Lo elijo porque…: me topé con este cortometraje en los primeros festivales de animación a los que alguna vez asistí. Me impactó muchísimo que fuera tan «simple» y a la vez me generara tantas emociones, más de las que me generaban los productos animados que en aquella época solo consumía desde la televisión o el cine que llegaba a mi ciudad. Además, como persona con inquietudes artísticas, su aparente sencillez te hacía pensar «tú también puedes hacer esto» o «cualquiera puede animar». Lo vi en una muestra específica del trabajo del autor, y desde entonces, Koji Yamamura se volvió una de las referencias que cargo a la hora de hacer mis cosas y este cortometraje en específico en la experiencia misteriosa que todavía espero al estar en las salas de los festivales.
Es esencial porque…: este corto se encuentra a medio camino entre Mt Head y Franz Kafka’s: A Country Doctor, dos piezas multipremiadas y que parecen más definitorias en el trabajo del autor. Creo que fácilmente olvidamos todo aquello que no parece «rompedor» tanto creadores como consumidores, sobre todo en ésta época donde hay tanto contenido. No hablaré por el director, pero me gusta imaginar que hacer piezas como esta apunta a seguir una necesidad creativa más que al reconocimiento o la voz que exige «avance» en una industria que requiere fuegos artificiales cada vez más brillantes. Además, es una pieza «semidesnuda», quiero decir que evidencia sus recursos, con lo que no dudaría en recomendarla a cualquier joven que necesite escuchar ese «tú también puedes hacerlo».