Mauro Luis es el director de Las moscas solo viven un día (2021), corto realizado como trabajo de graduación en el Máster en Animación de la Universidad Politécnica de Valencia, con el que ha ganó en los Premios Quirino 2022 en la categoría de Mejor cortometraje iberoamericano de escuela.
Le conocí en San Cristóbal de la Laguna, Tenerife, durante la entrega de premios, y tuve la suerte de poder entrevistarle. Además, como mi curiosidad es insaciable, le pedí que nos recomendase un corto de animación que le pareciese esencial. Elige Teeth (2015), escrito y dirigido por Tom Brown y Daniel Gray, con producción de Holbrooks y Blacklist.
Le cedo la palabra para que nos explique el porqué de su elección:
Lo elijo porque…: es un cortometraje, con todas las letras. Me refiero con esto a que Daniel Gray y Tom Brown, los realizadores, saben muy bien lo que hacen cuando ponen su talento al servicio de la narración de una historia en un breve espacio de tiempo y lo hacen de la mejor manera, haciéndote sentirla. Puede uno reafirmar esta idea, si lo desea, disfrutando de «T.o.m.» otro corto de los mismos creadores, previo al que comentamos aquí, con un tono diferente pero de calcada calidad.
Es esencial porque…: espere un momento; no es mi intención estropearle la experiencia desvelándole ciertas características del corto, así que, si aún no lo ha visto, le recomiendo que lo haga y si después, aún tiene ganas de leer lo que sigue, podemos comprobar si estamos de acuerdo sobre él.
Ahora sí, continuemos. Lo entiendo como esencial porque usa los recursos disponibles de una manera brillante. El trabajo de sonido tiene mucho que ver con las sensaciones que este corto transmite, pero las visuales no se quedan atrás y casan perfectamente con la historia. Son tétricas e incómodas en el mejor sentido de la palabra.
En mi humilde opinión, en un mundo, el del cine de animación, en el que se valora tanto la calidad de lo puramente referido a la animación o por el contrario, la originalidad en propuestas experimentales, podemos también toparnos con joyas como esta, que juegan con los dos mundos para encontrar acabados siempre al servicio de la narración y el concepto.
Para mí es un placer encontrarme con este tipo de cortos y espero descubrírselo a alguien, así como me lo descubrieron a mí un buen día. Por supuesto, el que le escribe no es el único en reconocer su calidad. En su momento fue premiado en multitud de festivales con solera. Qué menos.