1933: El hijo de Kong (The Son of Kong)

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El hijo de Kong (The Son of Kong)amazonflixole

Ernest B. Schoedsack.
EL HIJO DE KONG (THE SON OF KONG).
7/10

Categoría: Película.
Guion: Ruth Rose.
Año: 1933.
País: Estados Unidos.
Género: Aventura, Fantasía, Acción.
Técnica: Mixta, Stop Motion.
Idioma: Inglés.
Característica: Animales, Dinosaurios.
Duración: 1h 10min.
Clasificación por edades: Todas las edades.
Streaming: Flixolé.

En vista del enorme éxito de King Kong, la RKO se apresuró en tener lista una segunda parte. Si la primera había llegado a los cines el 2 de marzo de 1933, esta se estrenó el 22 de diciembre, solo nueve meses después. Posiblemente sea de las segundas partes que más pronto vieron la luz, rapidez especialmente sorprendente en una época en la que, por el modelo de distribución, se tardaba más en evaluar si un film era o no rentable como para merecer una continuación.

Esa rapidez en su producción se nota en el resultado, y lo mismo ocurre con la reducción presupuestaria. La original costó 672 mil dólares, El hijo de Kong solo 269 mil. En definitiva, ambas fueron producidas con el propósito de ganar dinero, naturalmente, pero si King Kong fue una ambiciosa superproducción pensada para impresionar al espectador, en la que nos ocupa el objetivo principal era que estuviese cuanto antes lista para ser proyectada.

Como la animación es un medio costoso y muy laborioso -fueron necesarios tres años para completar la primera parte-, la RKO tomó la única decisión posible para acelerar el proceso: reducir la parte animada al mínimo. Aquí no entra en acción hasta pasados los tres primeros cuartos de hora, así que no llega a la media hora en total. Eso sí, la que disfrutamos no está nada mal: el hijo de Kong está bien diseñado -es una versión algo menos imponente de su padre-, su comportamiento enfatiza aún más su humanización y no faltan las por lo visto inevitables batallas con dinosaurios y otras criaturas.

El hijo de Kong es una obra menor y palidece enormemente comparada con King Kong, pero tiene sus momentos y méritos. Las incursiones en la comedia tienen mucha gracia. En un momento, por ejemplo, vemos a Kong hijo parpadear aturdido tras golpearse en la cabeza de un modo que remite a los dibujos animados clásicos -solo falta que unos pajaritos revoloteen alrededor de su cabeza-. En otros pasajes se asoma divertido para ver una tierna escena entre la pareja protagonista. Finalmente, el desenlace no es ni la mitad de espectacular y memorable, pero posee cierta intensidad dramática. En fin, para haber sido realizada a toda prisa en pocos meses, el resultado es digno.

Adrián Encinas Salamanca, en su estupendo libro Animando lo imposible (Diábolo Ediciones, 2017), profundiza en la relación de Willis O’Brien con esta cinta: “odiaba este proyecto, aunque intentó introducir algo de profundad dramática a la aventura desde los albores de la preproducción. Realizó varias ilustraciones y bocetos para visualizar cómo iban a quedar ciertas escenas, pero sus ideas no solo no se consideraron sino que durante toda la producción fue totalmente ignorado. (…) Desalentado, O’Brien se desligó casi por completo del proyecto y, por tanto, la labor de la animación acabó recayendo en Buzz Gibson -algo que Willis vio como un acto de deslealtad-.

Reseña Panorama
Puntuación
7
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