1941: Supermán (Superman)

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Supermán (Superman)amazonfilmin

Dave Fleischer, Steve Muffati.
SUPERMÁN (SUPERMAN).
9,5/10

Categoría: Cortometraje.
Guion: Izzy Sparber, Seymour Kneitel.
Año: 1941.
País: Estados Unidos.
Género: Ciencia Ficción, Acción.
Técnica: 2D.
Estudio: Fleischer Studios.
Idioma: Inglés.
Característica: Superhéroes, Científicos.
Duración: 10 min.
Clasificación por edades: Todas las edades.
Saga: DC Comics.

Supermán es la primera adaptación animada del personaje creado en 1938 por Jerry Siegel y Joe Shuster. La primera de las nueve que realizó Fleischer Studios y de las 17 que se produjeron de 1941 a 1943. La serie de cortometrajes resultó particularmente innovadora y sorprendente por su estética realista y su tono serio, que contrastaba fuertemente con los diseños caricaturescos y la suma de gags que predominaba en el ámbito animado.

Ni siquiera Fleischer Studios estaba muy convencido de poder llevar a cabo el encargo de la Paramount, pero si había un estudio bien equipado para emprender tan ambiciosa tarea era el liderado por los hermanos Fleischer, dado que tenían experiencia con la rostocopia, técnica que habían usado para animar de manera creíble los bailes de Cab Calloway en Minnie the Moocher (1932) o para lograr movimientos naturalistas en su primer largometraje, Los viajes de Gulliver (1939), entre otros muchos ejemplos.

El caso es que, armado con un holgado presupuesto, un creativo empleo de la rotoscopia para los movimientos más sencillos y un talentoso grupo de animadores para las partes fantásticas, Fleischer Studios creó uno de los cortos esenciales de la década de 1940. La animación es excepcional, la estética sigue cautivando.

Además, el guion, parco en diálogos, nos obsequia con frases que han pasado a la posteridad, como “es un pájaro, es un avión…” o “este es un trabajo para Supermán”. En cambio, como lo de cambiarse en una cabina de teléfonos no se les ocurrió hasta la segunda entrega, esa parte está solventada en el cuartito de suministros del periódico -eso sí, se cambia justo delante de la puerta para que podamos ver su silueta, no vaya a ser que nos perdamos algo-.

Otra cosa es que, al ser una obra de mediados del siglo XX, haya elementos que no han envejecido del todo bien, como una Lois Lane que se pasa el 90% del metraje siendo una víctima relativamente pasiva: todo porque, en una decisión discutible para una periodista de su experiencia, no se le ocurre nada mejor que llamar a la puerta del científico loco para recabar información. Una Lois Lane, por cierto, que pasa olímpicamente de Clark Kent pero está comprensiblemente entusiasmada con Supermán. Tal es la diferencia de aptitud de la periodista que me ha recordado al análisis de Román Gubern en Máscaras de la ficción (2001), que consideraba a Clark Kent el equivalente impotente de Supermán.

En el libro editado por Jerry Beck, The 50 Greatest Cartoons (1994), el corto figura en el puesto 33. Thomas Inge escribe: “Al prestar más atención al diseño y al color que a lograr el efecto de la tridimensionalidad, al crear tramas bien hiladas que podían ser resueltas satisfactoriamente en minutos, cada filme se quedó cerca de reproducir la experiencia de leer un cómic. Los decorados de Art Déco, el diseño de personajes planos y el uso de color para crear estados de ánimo se combinan para elevar los filmes a un nivel de habilidad artística rara vez visto en la animación más allá de Fantasía el año anterior. Nada de lo que hicieron los Fleischer igualó a los ‘cartoons’ de Superman en poderío, encanto y placer duradero”.

Es este mismo libro el que recuerda que, al recibir la oferta de la Paramount para adaptar los cómics de Supermán, Fleischer Studios exigió a la major 100.000 dólares por corto, cuatro veces la tarifa habitual. Era su manera de librarse de un encargo que imaginaba como un quebradero de cabeza, pues nunca hasta entonces se había emprendido tal realismo en el ámbito animado. Por suerte o desgracia para los hermanos Fleischer, Paramount aceptó la suma, así que no les quedó más remedio que crear una de las mejores animaciones jamás realizadas.

La siguiente entrega de la saga de cortometrajes fue Los monstruos mecánicos (1941), dirigido también por Dave Fleischer y Steve Muffati.

Reseña Panorama
Puntación
10
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