Chuck Jones. Categoría: Cortometraje. |
El conejo de Sevilla es uno de los cortos musicales que Chuck Jones dirigió con Bugs Bunny como protagonista. Es además el más claro predecesor de ¿Qué es ópera, viejo? (1957), otra de sus colaboraciones con el brillante guionista Michael Maltese. Si en aquella obra maestra el énfasis estaba puesto en el enfoque artístico de la estética -véanse los magistrales fondos-, esta vez el interés reside en la sincronización de diálogos y acciones con la apertura de ‘El barbero de Sevilla’, la archiconocida ópera bufa de Gioachino Rossini.
El gran acierto del corto es que ofrece una inspirada variación a la enésima persecución de Bugs Bunny por parte de Elmer Fudd. Aquí el inicio de la caza es lo de menos -solo vemos y oímos unos disparos en segundo término-: de lo que se trata es de situar esa persecución en el escenario de una ópera mientras esta es interpretada. Todos los gags están ajustados a la composición de Rossini, de modo que es una de las incursiones de Chuck Jones en el territorio de sincronización que perfeccionó Disney con sus ‘Silly Symphonies’, solo que con el humor característico de los Looney Tunes.
El corto fue votado como el duodécimo mejor de la historia por más de un millar de profesionales de la animación para el libro editado por Jerry Beck, The 50 Greatest Cartoons (1994). Las páginas dedicadas al corto incluyen una reveladora cita de Chuck Jones -“Estos ‘cartoons’ nunca se hicieron para niños. Tampoco para adultos. Se hicieron para mí”- y un texto de Greg Ford en el que escribe: “en tanto que especialista de la personalidad, Jones se aseguró de que las reglas y ‘disciplinas’ -la peculiar narrativa y elementos estructurales- que empleaba para todos sus filmes de Bugs Bunny serían válidas también aquí, incluso en una obra con unas motivaciones musicales tan intrincadas como El conejo de Sevilla. Una regla que Jones eligió usar en sus cintas de Bugs Bunny es que el personaje debe ser introducido en un entorno nativo para los conejos, y otro, que la enorme energía anárquica de Bugs debe ser contenida hasta que es totalmente provocado por un antagonista”.
Nota: en el cartel que anuncia la representación operística del corto, se leen los nombres Eduardo Selzeri, Michele Maltese y Carlo Jonzi, que son, naturalmente, las versiones italianizadas del productor Edward Selzer, Michael Maltese y Chuck Jones.