1951: Alicia en el País de las Maravillas (Alice in Wonderland)

0
Alicia en el País de las Maravillas (Alice in Wonderland)amazon Disney+

Clyde Geronimi, Wilfred Jackson y Hamilton Luske.
ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS (ALICE IN WONDERLAND).
9/10

Categoría: Película.
Producción: Walt Disney y Ben Sharpsteen (supervirsor).
Guion: Winston Hibler, Ted Sears, Bill Peet, Erdman Penner, Joe Rinaldi, Milt Banta, William Cottrell, Dick Kelsey, Joe Grant, Dick Huemer, Del Connell, Tom Oreb y John Walbridge.
Año: 1951.
País: Estados Unidos.
Género: Fantasía, Aventura, Musical.
Técnica: 2D.
Estudio: Walt Disney Studios.
Idioma: Inglés.
Característica: Viaje, Animales Antropomórficos, Imaginativo.
Duración: 1h 15min.
Clasificación por edades: Todas las edades.
Streaming: Disney+.

El recorrido de Alicia en el País de las Maravillas es tan curioso como la historia de su desarrollo en Walt Disney Productions. Esta es la película que los críticos recibieron originalmente con poco entusiasmo, que provocó pérdidas para el estudio en su primer paso por cines -como había ocurrido antes con Pinocho (1940) o Fantasía (1940), solo generó beneficios tras múltiples reestrenos- y de la que Walt Disney afirmó que carecía de corazón. La misma que fue redescubierta en la era de la psicodelia y convertida en un clásico de culto por sucesivas generaciones, estatus del que goza desde hace décadas.

Disney se interesó por primera vez en adaptar la obra de Lewis Carroll, de manera muy libre, en el corto Alice’s Wonderland (1923), el primero de la serie Alice Comedies, y una década después consideró seriamente convertirla en un largometraje que, como aquellos cortos, combinase animación e ‘imagen real’. Sin embargo, la versión de 1933 dirigida por Norman Z. McLeod para Paramount, le hizo reconsiderar su idea, así que se contentó con A través del espejo (1936), un humorístico corto protagonizado por Mickey Mouse que se inspira en los libros de Alicia.

En 1938, animado por el éxito de Blancanieves y los siete enanitos (1937), compró los derechos de los libros y comenzó el largo proceso de desarrollo del proyecto, que fue detenido a principios de los 40 por un efecto combinado de la mala situación económica del estudio y el estallido de La Segunda Guerra Mundial -cuestiones que, naturalmente, estaban íntimamente relacionadas, pues Disney había perdido acceso a algunos de los más lucrativos mercados europeos-.

Walt Disney volvió a impulsar la película en 1946, el mismo año del inicio de producción de La cenicienta (1950), proyecto con cuyo equipo compitió por ver cual era concluido antes. Como a finales de los 40 ya estaba claro que el relato de Charles Perrault iba más avanzado, fue estrenado un año antes. Y menos mal: tuvo mucho más éxito que este film y la economía del estudio no estaba como para otro fracaso.

Cierto que Alicia en el País de las Maravillas no posee el tono satírico de los originales de Lewis Carroll, al menos no de manera tan evidente. Tampoco parece que lo pretenda. Sin embargo, sí propone una alternativa colorida y modernista del enfoque onírico del original que es también muy atractiva. Puede que muchos de sus aciertos estén ya en la novela, pero eso no niega que sea una de las más imaginativas propuestas del estudio, cuyo diseño de personajes aquí es enormemente variado y puntualmente fascinante. Además, las críticas a los falsos intelectuales, al abuso de poder de los gobiernos absolutistas o a la mala justicia están aquí bien presentes, aunque sea de un modo simplificado.

Tampoco es una de las obras maestras de Disney, pero incluye dos pasajes geniales. Uno es la fiesta del té, que además de ser una maravilla de animación, queda como una de las cumbres del humor absurdo en el cine del siglo XX. La otra es la secuencia completa en la que interviene la Reina de Corazones, hasta la persecución final que sirve de clímax. No son los únicos aciertos, por supuesto, porque también son inolvidables los cambios de tamaño de Alicia, el encuentro con la Oruga azul, las apariciones del gato de Cheshire…

Por otra parte, no figuran aquí las canciones más recordadas de la filmografía del estudio, lo que no impide que sea una de las más interesantes bandas sonoras de su periodo clásico. Además, en el apartado de estribillos memorables, ‘Feliz no cumpleaños’ (The Unbirthday Song) imagino que estará bastante alto en la lista del cancionero Disney.

Finalmente, es muy bienvenido que, justo tras La cenicienta, que se ajusta exactamente a la fórmula más repetida del estudio, propusiese una historia tan alejada de esa fórmula, sin princesas, ni príncipes, ni adorables animalitos -creo que el Conejo blanco no cuenta-, ni una protagonista pasiva…, ni nada de lo que se suele asociar al estudio. Comparada con esta, incluso Peter Pan (1953), que tampoco sigue el modelo, resulta un tanto convencional.

Nota: el mismo año en el que se estrenó este film, también llegó a los cines estadounidenses Alice au pays des merveilles (1949), versión dirigida por Lou Bunin, Dallas Bower y Marc Maurette que combina actores de carne y hueso con stop motion. Walt Disney trató de dificultar su estreno, pero fue un exceso de celo porque la producción franco-británica palidecía comparada con esta, así que sus posibilidades comerciales eran muy escasas.

Reseña Panorama
Puntuación
9
Compartir

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here