Eduard Hofman. Categoría: Película. |
Stvoření světa, La Création du monde en su título francés, es una obra inspirada en la serie de álbumes creados por el historietista francés Jean Effel, agrupados bajo el nombre de ‘La creación del mundo’. Unas obras que tuvieron mucho éxito en Francia de los 50 en adelante, seguramente por combinar unos dibujos de aspecto inocente con una versión humorística, irreverente y un pelín satírica de La Biblia -la última entrega, La vie amoureuse d’Adam et Ève (1981), la vida amorosa de Adán y Eva, incluye referencias casi explícitas al sexo, con por ejemplo animales metiendo mano a una Eva que parece satisfecha-.
Más que una adaptación, el film dirigido por Eduard Hofman parte de las ilustraciones de Jean Effel para ofrecer una versión inofensiva de sus viñetas. Basta pensar que, cuando se estrenó en el Festival de Venecia en 1958, el Osservatore Romano publicó una crítica favorable por acercar La Biblia a los niños. Otra cosa es que luego la jerarquía eclesiástica cambiase de opinión, aunque es más probable que fuese porque los álbumes del dibujante francés llegasen a manos de algún prelado que por nada de lo que se ve en la película. El caso es que cuando se estrenó en Italia, en 1976, con el título de La Bibbia secondo Pierino, recibió el sello de aprobación del Centro Cattolico. [Nota: es posible que la versión italiana fuese editada]. En fin, visto por un espectador actual, el contenido resulta inocente, no creo que un católico encuentre aquí nada inapropiado.
Stvoření světa es interesante, sobre todo, por lo encantadores que son los diseños de Effel, bien animados por los artistas del estudio estatal checoslovaco Krátký Film Praha, y por los toques de humor con los que ilustra el Génesis. Dios, ayudado de tres hacendosos ángeles, crea ríos con cubos de agua o la lluvia al secar una sábana húmeda, da forma a frutas y plantas como un ceramista con un torno, enseña a los girasoles a seguir al sol, confecciona los animales tejiendo o cosiendo…
Por supuesto, se deja para el sexto día la creación del hombre, apartado que depara algunos de los más divertidos momentos, por ejemplo cuando los ángeles, en el proceso de diseño, lo imaginan como un robot o una figura cubista al estilo de Picasso. Y sí, Adán y Eva se pasean desnudos, así que a él le vemos el pene y a ella los pechos: si no recuerdo mal, es el primer largometraje animado en incluir desnudos integrales, mucho antes de la llegada de Ralph Bakshi y otros popes de la animación adulta. Aquí, no obstante, esa desnudez sigue la línea inocente de todo el film.
Quienes también se pasean por las escenas son el diablo y tres diablillos, pero lo suyo son pequeñas travesuras y no maldades: ponen pinchos en las rosas, cuernos y colmillos en los animales, cultivan las plantas de las que se extraen el opio y la nicotina… Más sugerente es en cambio la escena en la que Dios adiestra un pelotón de árboles que realizan tablas de gimnasia mientras suena una música al estilo de una marcha militar: con el régimen comunista controlando el país y el estudio de animación en el que fue creado el film, pasajes como ese se prestan a interesantes interpretaciones.
En conjunto, sin ser una maravilla, La Création du monde se ve con agrado, la parte visual es atractiva y el humor ha envejecido bien, a pesar de que seguramente entusiasme más a niños que a adultos. Además, es un tanto irónico que un régimen que promovía y enseñaba el ateísmo crease el primer largometraje animado claramente basado en historias de La Biblia, por mucho que fuese a través del poco ortodoxo tamiz de Jean Effel.
La cinta dirigida por Eduard Hofman fue proyectada en el Festival de Cannes de 1999, otra prueba del interés artístico que posee.