Alex Lovy. Categoría: Largometraje, Especial. |
Alice in Wonderland or What’s a Nice Kid Like You Doing in a Place Like This? es el primer especial televisivo no basado en una serie producido por Hanna-Barbera. Antes solo había empleado ese formato para las introducciones a las series Maguila gorila y The Atom Ant/Secret Squirrel Show. Se estrenó en la cadena ABC el 30 de marzo de 1966, la misma cadena que había emitido dos de sus más recordadas series, Los Picapiedra y Los Supersónicos.
Adaptación muy libre del libro de Lewis Carroll, presenta a una Alicia de los años 60 a la que su padre manda a hacer los deberes. Ella, obediente, se dispone a ir a su cuarto pero entonces tropieza con algo y se golpea en la cabeza, cosa que provoca que veamos en pantalla esas ondas que suelen preceder a las escenas oníricas o los flashbacks. Cuando se espabila la muchacha, ve que su perrito se mete mágicamente dentro del televisor de un salto, así que ella le sigue y se mete también en el televisor, que la lleva al ‘Wonderland’. Todo eso ocurre en los dos primeros minutos: el especial dura 49, así que no había tiempo que perder.
En adelante, el guion de Bill Dana usa la obra de Carroll como pretexto para enlazar gags más o menos logrados, invariablemente interpretados por celebridades de la época. Él mismo se reserva uno de los pocos ingeniosos, un caballero blanco cobarde y diminuto que es una variante de Jose Jimenez, el personaje hispano que popularizó en sus monólogos y apariciones televisivas. También se pasan por la función Zsa Zsa Gabor como una Reina de Corazones con acento húngaro, Sammy Davis, Jr. como un cantarín Gato de Cheshire y los protagonistas de Los Picapiedra, que cantan asimismo una canción que nada tiene que ver con la trama -supongo que su presencia ayudaba a vender el especial-.
La animación tiene el estilo característico de las series contemporáneas de Hanna-Barbera, o sea, limitada y nada sofisticada. El diseño de los personajes es el habitual, con jovencitas de aspecto realista y personajes masculinos caricaturizados. En cuanto a los fondos, son tan minimalistas como de costumbre, pero no como elección artística, sino como ‘vamos a gastar poco dinero que la cadena no paga mucho’. En fin, es visualmente pobre y el especial solo se salva por sus puntuales y escasos aciertos de guion.