Jules Bass, Arthur Rankin Jr.. Categoría: Cortometraje, Especial. |
Tras El niño del tambor (1968), Rankin/Bass Productions volvió a producir un especial navideño para televisión basado en una conocida canción. La misma estrategia que ya había empleado en Rudolph, el reno de la nariz roja (1964) y a la que recurriría una vez más en Santa Claus llega a la ciudad (1970). Está visto que los responsables del estudio no estaban por la labor de cambiar la fórmula del éxito lo más mínimo, así que la principal novedad de este corto televisivo es que, en lugar de en NBC, se emitió en CBS, cadena que había obtenido muy buenos resultados con los especiales de la saga Snoopy.
Frosty, el muñeco de nieve es uno de los más populares cortos navideños de la televisión estadounidense: desde su estreno el 7 de diciembre de 1969, ha sido emitido cada Navidad, así que ya es un clásico del periodo festivo. El guion tiene escaso interés y la animación es muy pobre -se nota el bajo presupuesto-, pero comprendo que su sencilla estética, responsabilidad de Paul Coker Jr., sea tan bien aceptada por los espectadores desde hace décadas, imagino que especialmente entre los más jóvenes. Como además suenan hasta tres versiones de la eficaz y muy conocida canción compuesta por Walter E. Rollins y Steve Nelson, y a la mayoría de la gente le gusta lo que ya conoce, es normal que se haya convertido en una tradición televisiva.
En cualquier caso, aunque hay que reconocerle que ha envejecido bien y que se ve con agrado, no es ni mucho menos de los mejores especiales de animación: si figura en alguna de esas listas es porque hay quien confunde popularidad con interés artístico.
Por lo pronto, la animación es tan floja como de costumbre en las producciones de Rankin/Bass Productions, puesto que la subcontrataba a algún estudio japonés que estuviese dispuesto a realizarla por muy poco dinero. En este caso se encargó Mushi Production, el estudio fundado por Osamu Tezuka para rivalizar con Toei Animation, justamente la compañía que ya había colaborado con Rankin/Bass Productions en varios proyectos. Así que, para hacerle la competencia, nada mejor que birlar su contrato con los estadounidenses, aunque eso supusiera poner los precios a la baja, cosa que a la postre se ve que derivó en la bancarrota de Mushi Production.
Nota: en vita de su éxito, hubo una segunda parte, Frosty’s Winter Wonderland (1976).