Darrell Rooney, Rob LaDuca. Categoría: Película. |
Solo cuatro años después del inicio de su actividad, Disneytoon Studios ya había comercializado segundas o hasta terceras partes de tres películas de la era del renacimiento de Disney: Aladdín (1991), La bella y la bestia (1992) y Pocahontas (1995). Cuando a esa lista se sumó el mayor éxito de esa época, El rey león (1994), quedó claro que Disney iba a explotar todas sus películas, sin hacer excepciones con las más queridas por el público. Como en tantas ocasiones, el beneficio rápido pesó más que la mala imagen que dejaban estas secuelas de bajo presupuesto.
Ya desde la escena inicial, una imitación descafeinada del famoso inicio de El rey león, queda claro que esta segunda parte solo se parece a su predecesora en que las palabras rey y león figuran en el mismo orden en el título. La animación está a años luz, así que se ve a que a los pobres animadores del estudio australiano de Disney no les dieron apenas tiempo para realizarla. Lo mismo ocurre con la banda sonora, integrada por canciones que, sin ser terribles, palidecen frente a las memorables composiciones de la primera parte. Para colmo, suelen interrumpir la trama más que contribuir a su desarrollo o a conocer mejor las motivaciones de los personajes.
Si estéticamente la película es prescindible, el guion es algo más interesante de lo habitual en las producciones de Disneytoon Studios. Si Hamlet fue una inspiración de El rey león, en esta segunda parte la inspiración shakespeariana, reconocida por sus responsables, es Romeo y Julieta. La diferencia es que, al ser esta una producción de Disney, los desenlaces difieren notablemente -bueno, eso y que esta no es una obra magistral precisamente-.
No es de las más terribles segundas partes de Disney, pero aun así creo que solo agradará a los menos exigentes entusiastas del film original.