Lotta Geffenblad y Uzi Geffenblad. Categoría: Película. |
Muy interesante mediometraje, de los que da gusto recomendar para público infantil. No lo digo tanto por sus valores didácticos y morales, cuestiones de las que me ocuparé luego, como por su brillante y personalísima estética de cutout, con diferencia lo mejor de la propuesta.
Lotta y Uzi Geffenblad se tiraron cuatro años para animar estos 46 minutos -si descontamos los créditos, sale a una media de diez minutos por año, una lentitud asombrosa incluso en un campo tan laborioso como el de la animación-, pero es que Franz y el director de orquesta está realizado a partir de un complejo y detallista entramado de recortes, sin ayuda de ordenadores. Un proceso artesanal que se nota en el singular resultado obtenido, cuya textura se parece muy poco a la de prácticamente toda la animación contemporánea apta para público infantil.
Por eso es tan recomendable, porque además de ser una preciosidad, abre la mente de los pequeños que tengan la suerte de verla: así comprobarán, desde temprana edad, que hay alternativas al 3D de Pixar o al 2D de los clásicos de Disney, por ejemplo. Incluso quienes conozcan ya el stop motion de Laika o Aardman descubrirán aquí un uso muy distinto de la técnica.
La parte didáctica tampoco está nada mal, porque al centrarse en un peculiar director de una pequeña orquesta juvenil, aprovecha para presentar los instrumentos y el ambiente de los campamentos musicales -bastante menos académico de lo que quienes no hayan acudido a alguno imaginarán-. Por lo menor qué aspecto tiene una trompa y cómo suena se lo aprenderán bien. Luego, sus valores son más habituales en este tipo de producciones claramente orientadas a público infantil, pues promueve la tolerancia del diferente, aunque al menos hay que reconocer que no se llega a esa conclusión de un modo obvio ni hay nada ingenuo en este retrato de la orquesta juvenil.
¡Ah!, y puede que los niños sean el público buscado, pero su estética es tan deslumbrante y la animación está tan bien realizada que amantes del medio de cualquier edad tienen muchas posibilidades de disfrutarla, aunque solo sea en un plano visual.