Koji Yamamura. Categoría: Cortometraje. |
Al ser humano no le bastó con ver el movimiento. Quiso reproducirlo y ser capaz de proyectarlo, afán que, para suerte de quienes hemos nacido de finales del siglo XIX en adelante, nos ha permitido disfrutar de la invención del cine.
Koji Yamamura homenajea a uno de esos pioneros en la captación y proyección del movimiento, Eadweard Muybridge. El inglés logró fotografiar un caballo al galope gracias a una serie de cámaras dispuestas en línea que se disparaban cuando el animal, a su paso, derribaba unos hilos. Fue un ejemplo de cine antes del cine que, además, estableció los principios del stop motion y, por tanto, de la animación.
El de Yamamura es un aventurado homenaje que destaca por su preciosa estética artesanal, que a su vez es un estudio del movimiento y de las posibilidades de la animación; y por su brillante narración, rica en simbolismos, acciones paralelas y asociaciones visuales. Los montajes del asesinato que cometió Muybridge -mató al amante de su mujer-, con un disco de fenaquistiscopio convertido en el tambor de un revólver; o de las cuerdas del piano que simulan los experimentos del fotógrafo, son particularmente inspirados.
Una maravilla que celebra las innovaciones de Muybridge, el poder de atracción del cine y la animación como un medio especialmente indicado para la experimentación visual.