Enrique Gato. Categoría: Película. |
Tres años después de que Ilion Animation Studios realizara Planet 51 (2009), la primera gran superproducción animada creada en España, Lightbox Entertainment propuso otro largometraje de animación que, gracias a su factura y atractivo, logró estrenarse en medio centenar de países, en varios de ellos con notable éxito. Las aventuras de Tadeo Jones fue importante porque siguió impulsando la industria de la animación española y favoreció su internacionalización, aspecto esencial en cualquier cinematografía. Además, supuso el inicio de una de las más populares franquicias animadas de España, que tuvo continuidad con Tadeo Jones 2: El secreto del rey Midas (2017).
Lightbox Entertainment, estudio de animación que se convirtió en una referencia en España justamente a partir de este film, realizó un excelente trabajo y consiguió que, técnicamente, resultase muy vistoso. Basta pensar que Pixar estrenó ese año Brave, producida con 185 millones de Dólares, mientras la cinta que nos ocupa contó con 8 millones de Euros de presupuesto, así que el resultado que obtuvo con aproximadamente el 5% del coste es admirable. En fin, esa era una constante en la industria del cine español, cuyo talento compensaba las limitaciones presupuestarias.
La pena es que la trama de Las aventuras de Tadeo Jones sigue al pie de la letra los cánones comerciales contemporáneos. La historia y muchos de los diálogos dan la sensación de ya visto y ya oído. Incluso sigue al pie de la letra el modelo del Disney clásico de incluir entre los secundarios a un simpático animal con propósitos cómicos. Tampoco ayuda el vestuario de la protagonista femenina, que cae en estereotipos sexistas, ni el tratamiento del personaje latinoamericano, que no es precisamente elegante en más de un pasaje ni tampoco evita lugares comunes. De las canciones, finalmente, solo diré que son una tortura para cualquiera con un mínimo de sensibilidad artística y que los niños no deberían tener que escuchar tanta vulgaridad en una sala de cine.
Ahora bien, también son varios los aspectos positivos. Por lo pronto, el personaje central es un acierto y prolonga en esta primera película el encanto de los premiados cortometrajes previos. Las generosas dosis de humor son muy bienvenidas, incluyendo numerosos gags visuales, de modo que la cinta nunca se toma demasiado en serio a sí misma. Finalmente, ilustra eficazmente los paisajes naturales y plantea las escenas de acción de manera convincente.
En definitiva, pese a sus limitaciones e irregularidades, Enrique Gato realizó un buen trabajo en su debut como director, apoyado por un excelente equipo de animadores. Lástima que el film no se aparte nunca de la vertiente comercial, pues si en ese sentido fue un gran paso adelante para la industria animada española, artísticamente no aportó gran cosa más allá de su brillo técnico.
Nota: esta fue la tercera aparición en pantalla del personaje, que ya había protagonizado los cortometrajes Tadeo Jones (2004) y Tadeo Jones y el sótano maldito (2007), ambos dirigidos por Enrique Gato.