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Aitor Oñederra. Categoría: Cortometraje. |
Que Aitor Oñederra es un cineasta singular me quedó claro cuando vi su anterior cortometraje como director en solitario, I said I Would Never Talk about Politics (2015), en el que convirtió la visita de Mariano Rajoy a un lujoso restaurante en una experiencia terrorífica. Pues bien, esta obra es aún más experimental y ambiciosa, cuestión que se aprecia desde sus aventurados créditos iniciales, ilustrados con estimulante animación esencialmente abstracta.
Cuando la parte figurativa entra en acción la propuesta no es menos singular. La protagonista de Flor bajo el agua es una mujer de origen chino que regenta un bazar de Madrid. Oñederra maneja el tiempo y el espacio con habilidad y, a través de creativas transiciones, muestra diversos momentos de una vida dramática que, todo parece indicarlo, incluye el abuso sexual durante su niñez.
Especialmente interesante es la elección de música y sonido de corte documental; el recurso a metáforas visuales con imágenes de gran fuerza; las escenas en las que todas las personas permanecen estáticas menos la protagonista; y, por supuesto, el empleo de la animación para difuminar el paso de una escena a otra o las diversas líneas temporales. Como, además, esa animación es muy bella y de admirable sofisticación, el resultado es un corto excelente que confirma el talento de Aitor Oñederra.
Preseleccionado para los Premios Goya 2023 en la categoría de Mejor cortometraje de animación.
