Con A de animación, la revista semestral del Grupo de animación de la Universidad Politécnica de Valencia, alcanza su número 14 y dedica su portada a los videojuegos, otra muestra de la amplitud de miras con la que aborda el mundo de la animación. Bien está que así sea. María Lorenzo Hernández y Antonio Horno López, directores de la revista, reflexionan sobre los géneros e introducen así el protagonismo del videojuego en este número, aspecto central de dos de los siete artículos de investigación.
El primero de los dos lo firman Alberto Porta Pérez y Marta Martín Núñez, y aunque apenas si tiene relación con la animación, es una interesante reflexión sobre los dilemas éticos que algunos títulos proponen a los jugadores con sus puzles dramáticos. En el segundo, Víctor Álvarez-Rodríguez analiza la promoción de la película de Disney ¡Rompe Ralph! (2012) y, gracias a una entrevista con uno de los responsables de marketing, desvela muchos de los factores que la compañía tiene en cuenta para dar visibilidad a sus superproducciones.
Antes de esos dos artículos, no obstante, la firma invitada, Andrijana Ružić, ha recordado al recientemente fallecido Giannalberto Bendazzi, uno de los más prestigiosos historiadores de la animación. Es un homenaje que recuerda la inteligencia del italiano y, de paso, evidencia la de la autora.
También directamente relacionado con la animación es el artículo de Pau Pascual Galbis, que se interroga sobre la animación de Walerian Borowczyk, especialmente en su peculiar largometraje El teatro del señor y la señora Kabal (1967). Solo por recuperar tan curiosa película ya es valioso, pero es que además su investigación sobre el deseo es muy reveladora.
Yijing Wang propone un sugerente punto de vista para analizar el medio que se centra en la “animación etnográfica”, ámbito que conoce bien la autora puesto que ha dirigido cortos que pueden describirse como etnográficos. Su enfoque colaborativo a la creación me ha parecido muy enriquecedor.
Ricardo Roncero Palomar analiza el videoclip Round the Bend, del personal artista Jeremy Blake, y deja por escrito multitud de claves para comprender y valorar su obra; mientras Carolina Jullian Suárez, Cristian Freire, Francisco Vergara-Perucich y Greg Berridge investigan y ponen en práctica cómo la introducción de patrones de respiración en personajes en 3D por ordenador pueden amplificar la expresión de emociones realistas. Este último será un artículo especialmente recomendable para animadores.
Finalmente, Irene Ferrer Rosillo me ha sorprendido con su investigación arquitectónica aplicada a la animación de Disney, con La bella durmiente (1959) como ejemplo paradigmático. Definitivamente, el medio sirve para emprender estudios desde los más variados ángulos y disciplinas, máxime cuando, como en este caso, el análisis relaciona arquitectura y narración.
Otro recomendable número de Con A de animación que resultará provechoso para animadores, cineastas y, por supuesto, investigadores de animación.