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Matt Hausfater, Aaron Buchsbaum, Teddy Riley. Categoría: Serie. |
Cuando la primera temporada de Fairfax se estrenó en el 2021, me pareció que la interesante estética no siempre compensaba unos guiones que caían a menudo en lugares comunes de las series de instituto, elecciones a presidente estudiantil incluidas. Pues bien, o por entonces no la supe apreciar debidamente o la propuesta ha mejorado considerablemente en la segunda tanda de episodios. Pueden que ambas cosas hayan sucedido. El caso es que esta vez la serie es bastante más estimulante, lo que no quiere decir que todas sus limitaciones estén resueltas.
Por lo pronto, sigo pensando que la parte visual es más interesante que la narrativa. El trabajo del artista gráfico Somehoodlum es estupendo, diseño y paleta de colores son atractivos y hay pasajes muy imaginativos visualmente, como la alucinación de Derica en The Circle of Hype -uno de los mejores episodios, dicho sea de paso-. Puede que me esté dejando llevar por el entusiasmo de su seductora estética, pero hasta diría que la animación, cortesía de Titmouse, es algo más sofisticada de lo habitual en las series de veinte minutos por episodio.
Los guiones son de nuevo un pelín irregulares y creo que como comedia no acaba de cuajar. De hecho, funciona especialmente bien cuando se adentra en terreno fantástico o cuando abraza sin complejos la rareza en las tramas y el comportamiento de sus personajes. Cuando da pie a la exageración o al absurdo, nos obsequia con capítulos tan resultones como el que cierra la temporada, Fashion War, que ofrece exactamente eso, una batalla por coronar a la nueva marca de moda. Cómo ridiculiza el mundo de la moda es de lo mejorcito de la serie.
Por otra parte, además de la estética y los puntuales aciertos de guion, posee un aliciente más: lo bien que les toma el pulso a los adolescentes nacidos en la primera década del siglo XXI. Incluso en sus pasajes más caricaturescos, funciona bien como sátira de una generación que, en su mayoría, vive muy preocupada por llamar la atención en las redes sociales, luchar por un mundo más justo, llevar lo último en ropa y complementos y exigirse enormemente para tener un buen futuro laboral. En definitiva, retrata con lucidez las luces y sombras de los nativos de las redes sociales.
Finalmente, el cuarteto protagonista refleja la diversidad de la sociedad estadounidense bastante mejor que la mayoría de series contemporáneas, un bienvenido aspecto positivo extra.
