Hugo de Faucompret, Nathaniel Hlimi, Clémence Madeleine-Perdrillat. Categoría: Película, Recopilatorio. |
Mamá es pura lluvia es uno de los recopilatorios que Rita&Luca Films estrena regularmente en las salas españolas y que invariablemente reúnen animación de calidad apta para la infancia. Como en tantas otras ocasiones, permite ver piezas que, narrativa y estéticamente, se parecen poco a las que contemporáneamente comercializan las majors de Hollywood. Son, por supuesto, idóneas para un joven espectador que descubra el cine, pero es que son tan interesantes desde un punto de vista artístico que son recomendables para cinéfilos de todas las edades -además de, por supuesto, para adultos amantes de la animación como yo mismo-.
Este recopilatorio es particularmente esencial. Une dos de los mejores especiales de animación de los dos últimos años. Primero, el que da título al largometraje, titulado en francés Maman pleut des cordes (2021). Lo descubrí en el Festival de Annecy del mismo año y me pareció una maravilla en todos los aspectos. Aborda la enfermedad mental con inteligencia, sensibilidad y sin melodramatismos ni sensiblería alguna. Además, incluye varios personajes memorables, especialmente la abuela y su robusto vecino de un pueblo de la Francia rural. Todo contado con una preciosa estética.
Similares adjetivos se pueden emplear para el segundo corto, La Vie de Château (2019), traducido en España como Mi vida en Versalles, otro especial televisivo que descubrí en el Festival de Annecy (edición del 2020) y que se sumó a la exclusiva lista de obras animadas a las que hemos otorgado un 10/10. Figura en el Olimpo de nuestra web por ser magistral visual y narrativamente. El guion es excelente y la dirección brillante y repleta de delicadeza e ingenio.
En fin, además de por ser un regalo para la vista, los dos cortos son esenciales porque tratan a los niños como los eres inteligentes que son y, sin perder de vista que sean aptos para la infancia, abordan temas dramáticos y complejos sin edulcorarlos.
Estas son las obras animadas que hubiera querido ver de pequeño, que recomiendo con entusiasmo a quienes tengan la suerte de ser ahora niños o, a pesar de haber dejado esa etapa atrás, quieran regalarse una hora de gran cine.