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Roger Black, Waco O’Guin. Categoría: Serie. |
Paradise Police se despidió con esta cuarta temporada que los guionistas escribieron sin saber que se trataría de la última, de ahí que concluya con un final en suspenso: lo explican, durante los créditos finales, dos de los personajes, que acto seguido se preguntan si eso significa que ahora están muertos. Es, muy posiblemente, el diálogo más osado de una serie que nunca se ha caracterizado por su profundidad intelectual.
La de los créditos finales es solo una de las habituales rupturas de la cuarta pared, una seña de identidad de la serie que, en un capítulo dedicado a los viajes en el tiempo, pone en boca de un personaje, en paráfrasis, ‘que esto no es Rick y Morty, que no hay que preocuparse tanto por las implicaciones de viajar en el tiempo’. Es relativamente habitual que cite otras series de animación para adultos -entre ellas las otras dos creadas por Roger Black y Waco O’Guin, Brickleberry y Farzar-, aunque no se limita a mencionarlas, sino a copiarlas. El recurso de los gags aparte, por ejemplo, es una clara influencia de Padre de familia, a la que trata de imitar sin alcanzar casi nunca el mismo nivel cómico, entre otras razones porque parte de personajes bastante menos atractivos.
Y es que Paradise Police confía demasiado en el impacto de sus chistes sobre parafilias, escatología, drogas y el bajo nivel intelectual del 99% de sus personajes, de modo que solo ocasionalmente da en el clavo con una ocurrencia de cierta sofisticación. Por otra parte, no desaprovecha la ocasión para reírse de los magnates de Silicon Valley, pero lo hace de la manera más obvia posible, sin la lucidez satírica de South Park.
Quien disfrutase con las tres temporadas anteriores seguramente también aprecie esta. Los no convencidos harán bien en abstenerse porque no será esta entrega final la que les haga cambiar de opinión. Para los demás, quizá basta con decir que no es peor que sus predecesoras, pero tampoco mejora a última hora.
