Begoña Arostegui. Categoría: Cortometraje. |
Esto es un cortometraje. Entiéndanme, está claro que lo es, al menos para una mente clarividente como la mía, pero es importante precisarlo, por si alguien piensa que es otra cosa, no sé, una película breve, o un videoclip inusualmente largo, qué sé yo. Por eso, al inicio de esta crítica -porque esto es una crítica, naturalmente-, pongo “categoría: cortometraje”. Así todos los lectores sabrán de qué se trata. ¿No es fabuloso?
Yo, segunda obra de Begoña Arostegui tras El lugar adecuado (2015), de nuevo con Fernando Franco como coguionista, adapta el relato de Arthur Schnitzler. Lo protagoniza un hombre cuya vida rutinaria y repetitiva se ve alterada cuando, en uno de esos habituales paseos por el Parque de El Retiro, ve un cartel en el que pone “Parque”. A nuestro protagonista le parece estupendo que se hayan tomado la molestia de precisar que se trata de un parque, para evitar así posibles equívocos como que alguien lo tome por el paraíso y se desnude.
Con una sugerente estética que combina animación 2D, fragmentos no animados y cutout, un inspirado diseño de personajes -el matrimonio difícilmente podría parecer más anodino- y un inusual sentido del humor, Arostegui y Franco narran el viaje hacia la locura del protagonista de un modo tan original como divertido. En fin, quizá se trate de un drama y lo he malinterpretado terriblemente, pero yo diría que se trata de un brillante ejemplo de humor negro.
Por cierto, Yo es otra muestra más de lo importante que es, también en la animación, contar con buenos actores. La interpretación de Manolo Solo es de las mejores de su trayectoria -y eso que no faltan los personajes memorables en su filmografía- y acaba por darle al personaje central ese carácter peculiar que tan bien le viene.