1996: James y el melocotón gigante (James and the Giant Peach)

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James y el melocotón gigante (James and the Giant Peach)amazon Disney+

Henry Selick.
JAMES Y EL MELOCOTÓN GIGANTE (JAMES AND THE GIANT PEACH).
8/10

Categoría: Película.
Guion: Karey Kirkpatrick, Jonathan Roberts y Steve Bloom.
Año: 1996.
País: Estados Unidos, Reino Unido.
Género: Fantasía, Aventura, Musical.
Técnica: Mixta, Stop Motion, Cutout (breve fragmento).
Estudio: Skellington Productions Inc, Walt Disney Studios.
Idioma: Inglés.
Característica: Imaginativo, Infancia, Insectos, Comida, Viaje.
Duración: 1h 19min.
Clasificación por edades: Todas las edades.
Streaming: Disney+.

Los dos principales artífices de Pesadilla antes de Navidad (1993), Henry Selick como director y Tim Burton como productor, volvieron a colaborar en esta adaptación libre del relato homónimo de Roald Dahl. Lo de libre no es tanto porque se aleje sensiblemente del argumento de la novela -aunque los desenlaces son distintos- como porque Selick se la llevó a su terreno y desplegó su personalísimo universo visual. En cierto modo, la obra tiene elementos de Dahl, Burton y Selick y la suma de personalidades artísticas resulta muy estimulante, pero es la del tercero la que predomina.

James y el melocón gigante, sin embargo, no es otra obra maestra porque las partes no animadas no están tan conseguidas. Tampoco el guion, que en este caso no firma Tim Burton, está tan logrado, de modo que la primera y última parte del film, que son las no animadas, no acaban de funcionar del todo bien. Es admirable que Henry Selick optase por un tono y estéticas oscuras y grotescas, alejadas de lo habitual en las producciones de Disney, pero a tenor de lo visto parece claro que es mejor director de muñecos animados fotograma a fotograma que de actores de carne y hueso.

En cambio, cuando comienza la parte de stop motion es como recuperar el mundo de Pesadilla antes de Navidad -o como un preludio de la igualmente maravillosa Los mundos de Coraline (2009)-, de modo que el aspecto de los personajes repite el mismo estilo y la animación es igualmente brillante. Para los que amamos la técnica ese fragmento es una delicia. Otra cosa es que, por los problemas de guion antes mencionados y por un Randy Newman que no estuvo tan inspirado como en otras ocasiones el conjunto no sea tan memorable o seductor como en la precedentes colaboración de Selick y Burton.

Finalmente, es una lástima que su fracaso en taquilla le quitara las ganas de Disney de seguir produciendo stop motion, al menos durante una larga temporada: no volvió a la técnica hasta Frankenweenie (2012).

Reseña Panorama
Puntuación
8
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