Karel Zeman. Categoría: Película. |
El dirigible robado es, en muchos aspectos, una continuación de la obra maestra Una invención diabólica (1958). Karel Zeman volvió a crear una película de aventuras con espíritu clásico y estética retro que adapta la literatura de Jules Verne, más precisamente Dos años de vacaciones (1888) con elementos también de La isla misteriosa (1874). Además, la puesta es escena es otra brillante mezcla de actores de carne y hueso, trucajes ópticos, efectos especiales artesanales y animación.
Comienzo con la parte animada, que es la que más nos interesa en esta web. He visto hasta tres técnicas: dibujos animados al estilo tradicional, cutout y stop motion. De nuevo, las mismas que empleó en Una invención diabólica. Esas partes de animación cumplen tres propósitos principales: mostrar en movimiento a fantásticos medios de transporte, completar los decorados y dar vida a la fauna, como los animales marinos de una de las más logradas secuencias. Finalmente, vemos dibujos que ilustran los pensamientos de los personajes, pero son estáticos.
Karel Zeman era un gran conocedor de la animación, pues fue el medio al que recurrió en sus primeros trabajos y hasta creó un largometraje enteramente de stop motion, El tesoro de la isla de los pájaros (1952), pero tengo la impresión de que aquí está empleada esencialmente como un efecto especial más, como una forma de lograr la estética buscada, no como un medio de expresión. La excepción es esa creativa pero breve introducción, realizada con cutout.
El dirigible robado es sobre todo interesante por su aspecto, que imita de nuevo los grabados que ilustraron las primeras ediciones de las novelas de Verne, así que su apartado visual es muy satisfactorio. La historia puede que no resulte tan redonda como en Una invención diabólica, pero está muy bien narrada, resulta siempre entretenida y ofrece multitud de buenas ideas: solo por los múltiples artilugios que usa para espiar uno de los personajes ya merece la pena verla.
Nota: al tratarse de una coproducción con Italia, cuenta también con un título original italiano, I ragazzi del capitano Nemo (los niños del capitán Nemo), bastante mejor que el empleado en España, aunque menos fiel al checo.