Warren Ellis. Categoría: Serie. |
Convertida en una de las más populares series de animación para adultos de Netflix, Castlevania afrontó una tercera temporada considerablemente más ambiciosa que las precedentes. Por lo pronto, la planteó con 10 capítulos -casi la mitad de los 12 que sumaba hasta entonces- y todo apunta a que la producción dispuso de mayor presupuesto, porque estética y animación parecen más cuidadas. Visualmente, es más espectacular y recurre menos a la animación limitada.
También da la sensación de que Warren Ellis, creador de la serie y guionista en solitario de todos los capítulos, disfrutó de más libertad creativa y pudo ir más allá con el humor que los tímidos toques de las dos primeras temporadas. En el primer episodio ya presenta a la pareja estrella de la serie, Trevor Belmont y Sypha Belnades, en todo su esplendor cómico, potencial que echaba de menos y que le viene muy bien a una propuesta que en ocasiones se tomaba demasiado en serio a sí misma. También es muy bienvenido que desvela la relación sexual que se podía sospechar de un modo divertido e inesperado.
Hablando de sexualidad, el erotismo habitualmente asociado a los vampiros es igualmente introducido, en un logrado montaje paralelo, con un doble coito, uno de los cuales es un explícito trío bisexual. Bien por Ellis al explorar ese lado y por los ejecutivos implicados por permitirlo, porque hasta entonces Castlevania pecaba de ser excesivamente recatada.
El resto de la serie sigue más o menos por los mismos derroteros. A quienes la vean por sus batallas y secuencias de acción seguramente les parezca, de nuevo, que hay pocas. Pero es que quienes prefieran sus diálogos y tramas fantásticas es posible que vuelvan a pensar que hay demasiadas. Yo veo un equilibrio que a veces parece muy medido pero que funciona bastante bien. Las peleas, al ser tan parecidas a las ya vistas, no sorprenden tanto, pero hay que reconocer que el desenlace, durante los dos últimos capítulos, es interesante. El último plano, de hecho, es impactante y eficaz.
Vuelve a ocurrir que los monstruos van atacando de uno en uno durante las peleas o que los personajes comentan lo obvio mientras luchan. También siguen hablando solos una y otra vez. En fin, son convenciones de la industria del entretenimiento tan extendidas que hasta nos parecen normales. Es un mal menor, de todos modos, si a cambio obtenemos una bien trabada mezcla de géneros, pues pasa con soltura de la comedia a la acción, a los elementos de terror, a la fantasía, a la aventura…
Finalmente, aunque la mayor parte de la serie mantiene la estética 2D habitual, esta vez recurre puntualmente a la animación en 3D, como en una secuencia onírica o en la acertada representación del infierno.
En conjunto, es una estimable tercera temporada que tiene muchas posibilidades de entusiasmar a los seguidores de la serie y que pone en marcha atractivas tramas para próximas entregas.