THE PRINCE.
7/10
Gary Janetti, guionista habitual de Padre de familia, empezó a publicar en su perfil de Instagram memes protagonizados por Jorge de Cambridge, alias Prince George, el hijo primogénito de los duques de Cambridge. A partir de titulares de periódicos y fotos del niño, Janetti imaginaba sus pensamientos retratándolo como un mini divo entusiasta de la moda. Los memes empezaron a tener mucho éxito y de ahí nació la serie que nos ocupa.
A partir de ese momento, su creación animada ya no lo tuvo tan fácil. Por lo pronto, el estreno, previsto para la primavera del 2021, fue pospuesto hasta el 29 de julio por la muerte en abril de Felipe de Edimburgo -así que es irónico que la serie lo retrate como un anciano decrépito que se desploma constantemente y al que apenas si se le entiende-. Una vez pudo ser vista, llegaron una mayoría de críticas malas y multitud de comentarios negativos de los espectadores a los que no les gustó que se burlara del príncipe George.
Comprendo que esto último molestase a una parte del público, podría haberse centrado en los adultos, máxime cuando las monarquías se pueden ridiculizar fácilmente y la británica se presta a ser satirizada. Sin embargo, cada capítulo comienza con un aviso que, en tono cómico, explica: “todas las personas y eventos de este show son enteramente ficticios. O sea, no es realmente la familia Real. Es como una parodia, o lo que sea. (…) Así que relájate. Es una orden”.
Para quien sí quiera relajarse y sí acepte bien una sátira demoledora de la monarquía británica de la que tampoco se libran los niños, lo que obtendrá es una serie entretenida, con numerosos aciertos pero tremendamente irregular. The Prince propone un tipo de humor irreverente y políticamente incorrecto al estilo de Padre de familia y South Park, en el que la Reina es antipática y maleducada, los duques de Cambridge no se soportan, Harry vive desconectado de la realidad, Meghan Markle exagera la popularidad de la serie Suits, Camila es incapaz de pronunciar una sola palabra y el protagonista, George, es petulante e insufrible. Nadie sale bien parado.
La pena es que la parodia de la familia Real solo tiene gracia puntualmente y los personajes más interesantes, como el mayordomo Owen, no disfrutan de tanto protagonismo como sería deseable. Luego, hay tramas secundarias que funcionan a medias -el pastelero Kevin- o nada en absoluto -la dedicada a la Princesa Charlotte-.
WarnerMedia anunció la cancelación de la serie a principios del 2022.