Entrevista a Alicia Cánovas

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Alicia Cánovas es profesora en el ‘Grado en Animación’ y en el postgrado en ‘Diseño de Personajes’ en el Centro Universitario U-tad. También es una muy demandada realizadora de personajes para producciones de stop motion que ha trabajado en estudios tan importantes como Mackinnon & Saunders y, desde hace poco, Aardman. Además, es una de las guionistas del muy recomendable corto Umbrellas (2020), nominado en los Premios Goya 2022.

¿Qué animación te gustaba especialmente cuando eras pequeña?
Siempre me ha gustado muchísimo la animación 2D. De pequeña, sin duda, me pasaba el día viendo todos los clásicos de Disney. Siempre me ha gustado mucho pintar y dibujar. Cuando fui algo más mayor y comprendí cómo se hacían las películas, precisamente dibujando y pintando, me pareció algo realmente fascinante.

¿Qué disfrutas especialmente de tu labor como docente en U-tad?

Sin duda, los alumnos. Me resulta muy gratificante poder transmitirles mis conocimientos y ver que de forma muy rápida van aprendiendo y mejorando cada día. Desde luego, es algo muy recíproco y valoro mucho la buena actitud de los estudiantes y sus ganas de aprender.
La industria de la animación evoluciona muy rápido y de forma constante. Algo muy positivo que ofrece U-tad es la posibilidad de que los alumnos se formen de la mano de profesionales que trabajan en la industria y por lo tanto, les ayuda a estar al día de las necesidades y habilidades requeridas por las empresas.

¿Por qué es importante formarse para trabajar en la industria de la animación?

Las producciones audiovisuales son un trabajo en equipo donde se necesitan profesionales de distintas especialidades. En ocasiones se desconoce el amplio abanico de posibilidades que existe dentro de la industria audiovisual. Centros Universitarios como U-tad ofrecen una formación muy amplia, tanto de estudios de grado como de postgrado, donde los estudiantes pueden especializarse y formarse en distintas especialidades.

Leo que Umbrellas nació de una ilustración. ¿De qué ilustración se trataba y qué te inspiró para escribir el guion?

Efectivamente, la idea de Umbrellas nace de una ilustración realizada por José Prats en el año 2012. En ella se muestra a un padre con una gran barba y un paraguas con el que protege a su hija y a su perro. A raíz de esa ilustración, José y yo tuvimos una idea, reemplazar el paraguas del padre y que su barba fuera lo que protegiera a su hija.
De ahí surgió la siguiente premisa: “En un pueblo donde jamás deja de llover, ¿como puede ser feliz una niña con miedo a la lluvia?”.

¿Cómo fue el proceso de escritura? Porque figuran hasta cuatro personas acreditadas como guionistas.

La historia original estaba pensada en un principio como un cuento ilustrado. Teníamos pensado hacer un trailer en animación para promocionar el cuento, ya que tanto a José como a mí nos gustaba mucho la animación.
Más adelante, por el año 2014, tuvimos la gran suerte de contar con Álvaro Robles y Jesús López como coguionistas. Ahí fue cuando Umbrellas dio un giro y pasó de ser un cuento a convertirse en un cortometraje de animación.
El proceso del guion ha sido, sin duda, donde más tiempo se ha invertido pero del que hemos disfrutado muchísimo. Solíamos hacer reuniones semanales o mensuales donde proponíamos una lluvia de ideas y después las dejamos reposar. Tuvimos distintas versiones y finales alternativos hasta dar con el guion que mejor ayudaba a transmitir el mensaje que queríamos contar.

¿Qué labores realizaste en la producción del corto?

Por desgracia, cuando arrancamos con la producción de Umbrellas yo estaba trabajando en Inglaterra, en Mackinnon & Saunders para la película de “Pinocchio” de Guillermo del Toro, a la cual ya me había comprometido para trabajar, la producción se había retrasado y coincidió justo con el inicio de Umbrellas.
La producción tuvo lugar en Valencia, pero una parte de ella se trabajó a distancia también, al final tuve la suerte de poder compaginar el trabajo y ayudar también en la producción de Umbrellas, sobre todo en la fase del color.

Has realizado personajes para propuestas tan diversas como Pos eso, Clay Kids, Isla de perros o La casa. ¿Qué proyectos recuerdas con más cariño?

Cada proyecto es tan diferente que no sabría decir. Por eso y Clay Kids, sin duda, fueron los que me ayudaron a dar el salto a Inglaterra. Aprendí mucho trabajando en España pero lo mejor fue sobre todo las personas tan maravillosas que conocí durante esa época en Valencia, que a día de hoy siguen siendo buenos amigos y compañeros.
De otros proyectos en los que he trabajado más recientemente, tengo una opinión similar, cada producción es diferente aunque se trabaje en la misma técnica. Cada día sigo aprendiendo algo nuevo y conociendo a gente estupenda, desde luego es lo que más valoro.

Tras seis años en Mackinnon & Saunders comienzas ahora a trabajar en Aardman. ¿Qué tal han sido las experiencias? 

En general muy buena. La experiencia de trabajar en el extranjero me ha proporcionado otro punto de vista diferente que no apreciaba cuando estaba en España. Allí, por lo general, te especializas más en ciertos departamentos muy concretos, algo muy bueno para volverse un experto.
Pero por otro lado, toda producción es como una cadena y también es importantísimo entender cada uno de los eslabones. Pienso que, tanto trabajar en España como en el extranjero, tiene sus pros y sus contras.
En nuestro país, cada año se realizan producciones donde se refleja la gran calidad y el enorme talento que tienen los profesionales. Espero que la industria siga creciendo y mejorando cada día.

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