Paul Driessen. Categoría: Cortometraje. |
Con su inconfundible dibujo a medio camino entre la sencillez y la caricatura, Paul Driessen propone en Home on the Rails una divertida reflexión sobre las consecuencias del progreso tecnológico en la vida de una pareja de ancianos. Reduce al absurdo la disrupción que causa la llegada del ferrocarril al situar las vías en su hogar: la mujer debe abrir las puertas del salón a determinadas horas para dejar paso al tren.
La idea es brillante y maneja el tempo con maestría. A eso se suma un hallazgo muy interesante: dada la repetición de acciones de los personajes centrales, que se tornan por tanto rápidamente previsibles, Driessen no se molesta en mostrar todos sus movimientos, de modo que los personajes se vuelven invisibles durante unos segundos para reaparecer en el lugar al que se dirigían. Lo mismo sucede con el tren, que antes de pasar por la habitación es visto en un breve plano semi transparente que lo anticipa. Es uno de los más creativos usos de la imagen que conozco para reflejar el absurdo de la vida cotidiana.
Y por supuesto, como de costumbre en la filmografía de Paul Driessen, no faltan dosis de humor negro y gags añadidos, como el recurrente del reloj de cuco.
En su excelente libro Understanding Animation (1998), Paul Wells analiza este corto como ejemplo de la capacidad de la animación para resumir una gran cantidad de información narrativa en pocos minutos. De la obra escribe que “es fundamentalmente una comedia absurda sobre la espera. (…) Sus personajes están definidos por los eventos narrativos y no por su complejidad emocional y psicológica; son también la personificación de sus problemas individuales, por ejemplo, en este caso, la incapacidad para cambiar. (…) Los efectos de abreviación de Driessen, por tanto, le sirven en su propósito fundamental de ubicar lo abstracto entre las posibilidades de lo real y de redeterminar el ‘realismo’ bajo una luz abstracta”.