Katsuya Kondo. Categoría: Cortometraje. |
Resuelto el misterio: la colaboración entre Studio Ghibli y Lucasfilm que la primera compañía anunció el jueves 10 de noviembre a través de un tuit es el corto que nos ocupa, estrenado dos días después en Disney+. Lo llamo corto a pesar de que, como tantas veces ocurre con los productos que Disney suma al catálogo de su plataforma de streaming, no es más que una estrategia promocional.
A la casa del ratón se ve que no le importó desembolsar la que debió de ser una considerable cantidad de dinero para asociarse de nuevo con Studio Ghibli -hubo un primer acuerdo de distribución firmado en la segunda mitad de los 90-, porque el resultado apenas si tiene entidad de corto: Zen – Grogu y los hollines no es más que un salvapantallas, o una cortinilla para una cadena de televisión, o un anuncio, como prefiráis.
Lo que vemos aquí es a Grogu, de la serie The Mandalorian (2019) -el producto anunciado-, rodeado de los hollines que descubrimos en la obra maestra de Hayao Miyazaki, El viaje de Chihiro (2001). Concedo que hubiera sido aún más obvio juntar a Grogu con el protagonista de Mi vecino Totoro (1988), pero esta es la segunda idea más evidente.
Y sí, la música de Ludwig Göransson es hipnótica y la animación, realizada a mano por Katsuya Kondo, tiene su encanto, pero se nota que nadie estaba dispuesto a dedicarle demasiado tiempo ni dinero, en vista de la minimalista estética. No es el mejor ejemplo de lo que puede realizar Studio Ghibli cuando se pone artísticamente ambicioso.
En fin, no merece la pena juzgar esto como si fuera un corto. Siento repetirme, pero esto no es más que una forma de llamar la atención hacia Disney+, y si para eso hay que pagarle al más popular estudio japonés, bienvenido sea. Más interesante hubiera sido que Lucasfilm Animation hubiera contado con Studio Ghibli para crear uno de los episodios de la antología Star Wars: Visions (2021).