Takaharu Ozaki. Categoría: Película. |
En el 2018, se emitió en AT-X, Tokyo MX y otras cadenas japonesas el anime Goblin Slayer, que en el resto del mundo se pudo ver en Crunchyroll. La adaptación a cargo del estudio White Fox de la novela ligera escrita por Kumo Kagyu e ilustrada por Noboru Kannatsuki tuvo una acogida lo suficientemente buena como para que se anunciase una segunda temporada y, además, la película que protagoniza esta reseña.
Goblin Slayer: Goblin’s Crown comienza con un episodio recopilatorio que resume los principales acontecimientos de la primera temporada. Luego comienza un largometraje de aproximadamente una hora con el material nuevo: el héroe armado que da nombre a la franquicia recibe la petición de que rescate a la hija de unos nobles. De ella no se sabe nada después de que acudiese a un poblado de la montaña para liderar un grupo de aventureros cuyo propósito era acabar con un nido de goblins. Ante las altas probabilidades de que la misión incluya matar a decenas de estos monstruitos verdes, el prota acepta encantado puesto que vive por y para matarlos: no puede evitar contar de cuantos se ha deshecho ya durante los enfrentamientos.
Pues bien, quien disfrutase la serie por ver cómo mueren los goblins de las más violentas maneras se va a hartar con la dosis que le espera aquí, dado que básicamente eso es lo que ofrece. Los pocos momentos sin peleas son solo descansos cuyo único propósito es que el espectador esté de nuevo ávido de su ración de gore. Dicho esto, quien considerase que la animación de la serie no eran gran cosa quizá se sienta decepcionado, porque la del filme no es claramente superior. Eficaz a ratos sí es, pero sofisticada no: otra cosa es que la industria del anime sea tan fuerte que incluso en productos no particularmente artísticos como este la factura sea de todos modos resultona.
Por lo demás, como se trata de una producción comercial, el énfasis está puesto en las escenas de acción y no en el desarrollo de ambientes y personajes, no faltan planos que se recrean en la anatomía femenina -aunque no abusa de ese recurso fácil- y los diálogos son olvidables. En definitiva, es recomendable para los amantes de la serie, pero quizá no sea la mejor oferta para sumar entusiastas de cara a la segunda temporada.