Cuando uno ve regularmente animación independiente, no tarda en ver el nombre de Miyu Distribution en los créditos. Muy posiblemente sea la gran distribuidora europea del ámbito y cuenta con un catálogo enormemente valioso. Además, trabaja con algunas de las más destacadas escuelas de animación francesa, así que es esencial para descubrir nuevos talentos.
Quien dirige la compañía es Luce Grosjean, una de las personas más comprometidas con las nuevas voces de la animación independiente y una experta en distribución de cortometrajes de animación. Tuve la suerte de coincidir con ella en Cartoon Movie 2023 y de poder hacerle unas preguntas, que respondió con su inteligencia habitual.
La primera pregunta no es muy original, pero me gustaría saber cómo nació Miyu Distribution contado por Luce Grosjean.
Yo llegué bastante tarde a la compañía Miyu, porque fue creada en el 2009 por Emmanuel-Alain Raynal y era antes de nada una productora. Sin embargo, yo creé una compañía en el 2014 llamada Sève Films, y al principio hacía producción y distribución. Trabajaba para las escuelas de animación al principio. Me daba cuenta de que la producción era larga y dura y no tenía un estudio de animación, así que me hacía muchas preguntas sobre mi sitio. En ese momento, Emmanuel-Alain Raynal me dijo que querían abrir una división de distribución y, como no sabía qué iba a hacer con mi trabajo de productora, me dije que quizá estaba bien dejarles a ellos lo que sabían hacer -han producido Egg, Martina Scarpelli, están en producción todavía de Fantastique, de Alice Saey-, así que Sève Films se convirtió en Miyu Distribución en 2017. Es una feliz colaboración desde hace cinco años.
Entonces, Miyu Distribution no es del todo independiente.
Miyu Distribution forma parte de Miyu Productions. Eso sí, Miyu, como estructura, es independiente. De hecho, trabajamos los unos con los otros, es una compañía pequeña, pero extremadamente bien definida, con una parte de producción, una de distribución y una galería. Nosotros nos encargamos de la distribución y soy yo quien la dirige.
Durante esos primeros seis años, ¿cuáles son tus principales impresiones de Miyu Distribution?
Yo lo que veo desde mi asociación con Miyu Productions es que tenemos proyectos que son magníficos, tenemos la suerte de recibir realizadores en nuestro catálogo que no habríamos jamás imaginado producir, y podemos centrarnos en lo que sabemos hacer, la difusión en festivales, la venta internacional de cortos. Tuvimos la suerte, hace dos años, de contratar a Annabel Sebag, que venía de Autour de Minuit Productions, y nos permite ser una verdadera herramienta al servicio del corto independiente de animación. Podemos tener un acercamiento global de lo que puede permitir a un corto obtener la mejor difusión: canales de televisión, festivales, plataformas, salas de cine… Eso nos permite dar la posibilidad al corto de que sea visto tanto como sea posible.
Según tu experiencia, ¿cuáles son las principales resistencias que has visto para la difusión de cortometrajes de animación?
¡Las salas de cine! Creo que las salas de cine son un espacio maravilloso en el que yo veo muchos filmes. Sin embargo, tengo la impresión de que, en el formato del corto de animación, hay un miedo. Tengo la sensación de que estamos en la intersección del cine, hacemos cortometraje, hacemos animación, así que es difícil venderlo al público. No obstante, cada vez que hacemos eventos y acompañamos a las salas a ese mundo de difusión vemos a un gran número de personas en la sala, que tienen ganas de ser sorprendidas. Nos gustaría darles más poder a las salas de cine para que tomen más riesgos y nos acompañen aún más en lo que ya podemos hacer para llegar al gran público.
Además de las salas de cine, ¿cuáles son los desafíos específicos de los cortos de animación?
Hay muchos. Para mi el otro desafío que es muy importante es que podamos hacer saber al público que hay todas estas obras extraordinarias que existen en el corto de animación, pero para eso hay que captarlos casi uno a uno, y ese trabajo lleva tiempo, necesita dinero y energía, así que los festivales o los lugares de difusión son las estructuras que nos pueden ayudar a lograr ese enlace. Si llegamos a crear un lugar de confianza, espero que podremos agrandar el público de la animación independiente tal y como nos gusta a Miyu o, de manera más general, en lugares como Cartoon Movie.
Una de las características principales de Miyu Distribution es el trabajo con las escuelas de animación, entre ellas las más prestigiosas de Francia. ¿Qué te interesa de ese aspecto de la compañía?
Para nosotros trabajar con escuelas es ir al nacimiento de los artistas, encontrar personas que tienen ganas de contar historias, de crear obras visuales desafiantes, obras diferentes. Para nosotros es importante ver cómo se crea el estilo y se desarrolla. Creo que desde la escuela se puede sentir ese deseo, aunque hay personas que lo desarrollan a lo largo de los años en su medio profesional. Pero que podamos estar ya en el momento de la formación, de la graduación, si podemos decir ‘mirad, hay estas personas que hacen obras diferentes y originales y que tienen ganas de contar historias’, permite a los productores ir a buscarlos y esperamos que cree un ecosistema sereno.
¿Cuál es el recuerdo que más te gusta de la historia de Miyu Distribution?
Hay varios recuerdos que son muy importantes. A mí lo que me gusta es el encuentro con el artista cuando aún no estoy seguro de que será un encuentro con un artista. Me acuerdo de Anibar, un festival en Kosovo que me gusta mucho. Es una pequeña ciudad, donde los encuentros son fáciles, y estaban los creadores de BoJack Horseman, y había realizadores muy diferentes. Entre ellas estaba Diana Cam Van Nguyen, que dirigió Love, Dad (2021), y simplemente pasamos el tiempo juntas, pero fue muy agradable. Me dije ‘oh, ha hecho un bonito primer filme de estudiante, es súper lo que hace, es simpática’, y después la veo con otro filme, se convierte en mi canguro en el festival, y todo porque tenía ganas de encargarse de gente como nosotros y había tenido ese primer encuentro en otro festival. Finalmente he distribuido un filme que es maravilloso y sé que mañana hará largometrajes que serán extraordinarios, quizá no de animación, pero sé que he conocido a una artista. Creo que son verdaderamente esos espacios en los que uno tiene tiempo para conocerse los que favorecen las relaciones en el cine y crean la fuerza del medio. En todo caso, el público parece responder, los profesionales también y para mí eso es lo importante.
¿Hay futuro para Miyu Distritution en el largometraje?
Espero que sí. En todo caso estamos buscando el lugar que podemos tener, es decir, nosotros la manera en la que imaginamos el futuro del largometraje es con la misma lógica de lo que produce Miyu en el formato largo: obras singulares, identificables por estilos únicos y contenidos editoriales que no han sido presentados antes en el cine. Creo que nuestro trabajo hoy es unir públicos internacionales, diferentes, que tienen ganas de ver esas obras en sus pantallas, y creo que será el plebiscito de todo el mundo para intentar que esas obras existan, continúen y den suficiente dinero como para seguir produciendo obras así. Quiero que nos divirtamos, que veamos cosas bonitas, eso es lo más importante.
Desde luego. Muchas gracias, Luce.
De nada.