DADDY AND THE BIG BOY.
8,5/10
Dos timadores, un hombre de mediana edad y un adolescente, se hacen pasar por el marido y el hijo de una mujer rica muerta para cobrar la herencia. El testamento especifica que deben vivir juntos un año y estar ambos vivos para poder heredar. Ninguno de los dos sabe que el otro es igualmente un timador, así que se esfuerzan por mantener la farsa. Esa es la atractiva premisa de Daddy and The Big Boy, delirante webserie creada por dos de los miembros fundadores de Oddfellows Labs para Mondo Media, la compañía especializada en animación para adultos en YouTube –Happy Tree Friends es su mayor éxito-.
La serie cultiva el tipo de humor absurdo, negro y disparatado habitual en las series de Adult Swim, especialmente las que reserva para su canal de YouTube. Nada que ver con la animación para adultos de las cadenas en abierto, como Los Simpson o Padre de familia. Es un tipo de comedia minoritaria, pero en ese campo es de lo mejor que se puede ver y abunda el ingenio. De hecho, incluye un sorprendente desenlace que resulta particularmente divertido.
Como en World Doctors (2014), la anterior webserie creada por Bart Batchelor y Chris Nielsen, estética y animación imitan el más rudimentario 3D por ordenador, el que caracteriza videojuegos y producciones de bajo presupuesto de finales de los 90, principios de la década siguiente. Se sitúa invariablemente en el terreno del feísmo y del valle inquietante, cosa que le añade un toque de inquietud que le va muy bien a tan singular creación.
