Entrevista a Aitor Oñederra

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(Fotograma de Ur azpian lore)

Aitor Oñederra es un cineasta, animador, docente y director del festival internacional de animación Animadeba, así que, además de talentoso, es un dinamizador cultural que ha promovido la difusión de la animación de autor. Ese es justo el ámbito en el que se desarrolla su interesante filmografía como director, que incluye un corto de reciente estreno seleccionado en el Festival de Málaga 2021, Ur azpian lore (2021).

¿Qué animación te gustaba especialmente cuando eras pequeño?

De pequeño consumía todo tipo de series de animación que emitía la televisión autonómica vasca, ETB. Me acuerdo de series de la compañía Hanna-Barbera como Los autos locos, Los Picapiedra, El Oso Yogui, etc. Recuerdo con mucho cariño las series de Los Pitufos, Los Diminutos y Dragones y mazmorras. Cuando fui creciendo me engancharon las series de anime,  era muy seguidor de Dragon Ball, Las aventuras de Fly, Lum Invader girl, Ranma 1/2, Bola de Dan, Samed El Duende Mágico, Lupin, etc.

Cuando estudiaste Bellas Artes en la Universidad del País Vasco, ¿tuviste alguna asignatura de animación o relacionada?

Sí, mi primer contacto con la animación fue en el primer curso de la universidad, hicimos un pequeño ejercicio con recortables en una asignatura troncal de audiovisuales. Y después tuve la oportunidad de cursar las asignaturas de animación en tercero y en cuarto, con la profesora Begoña Vicario. Durante esos dos años hice los que considero mis dos primeros trabajos, un videoclip y un cortometraje, dibujando sobre papel y digitalizando con escáner.

¿Cuándo decides que quieres dedicarte a la animación, entre otros menesteres?

Tras acabar mis estudios de licenciatura decidí continuar mis estudios de animación y video. Al acabar los estudios me hice autónomo y empecé a recibir encargos: videoclips, videos para directos de música, proyecciones para un musical, publicidad, videomapping,  etc.

¿Qué te interesa de una obra tan singular, estética y narrativamente, como I said I Would Never Talk about Politics (2015)?

De este cortometraje me quedo con lo que cuenta y la forma de contarlo. Aunque los años pasan y los personajes cambian, la hoja de ruta de los mandatarios es el mismo.

La propuesta visual y la forma de narrar de Ur azpian lore (2021) es muy distinta. ¿En qué medida crees que has evolucionado respecto a tu anterior corto en solitario?

Entre ambas películas hay una diferencia de seis años y son dos historias que no tienen nada que ver, me es difícil hacer una comparación. Técnicamente y artísticamente ha habido una evolución, y en este último corto hay una mezcla de diferentes técnicas de animación, disfruto experimentando y me siento cómodo animando con imagen abstracta.

¿Por qué querías contar la historia de esa mujer de origen chino que protagoniza el corto?

Leí una noticia en un periódico nacional y me conmovió. He querido narrar episodios cotidianos de muchas mujeres que tienen situaciones parecidas, y no lo cuentan o no lo pueden contar.

¿Qué te atrae de participar en proyectos colectivos como Beti bezperako koplak (2016) o Areka (2017)?

Para mí ha sido muy enriquecedor participar en estos cortometrajes, me abre nuevas perspectivas de creación ver las formas y técnicas de trabajar de los demás. Los dos cortometrajes han tenido una gran trayectoria en festivales de cine, creo que ha sido una gran aportación al cine de animación en general y al video experimental en particular.

¿Qué te animó a crear el festival de animación Animadeba? ¿Qué objetivos has cumplido desde que nació en el 2008?

Animadeba nació casi por casualidad en 2008. El técnico de cultura del Ayuntamiento de Deba me hizo una propuesta, hacer una sesión de proyección de mis obras. Yo tenía 23 años y poco trabajo que mostrar, le di una vuelta a la idea, y sin saber mucho de festivales, le propuse crear un nuevo festival de animación. Animadeba empezó como una muestra de cine de animación para adultos, y en 2019 se convirtió en Festival Internacional de Cine de Animación, con competición internacional de cortometrajes, muestra de largometrajes, talleres, exposiciones, conciertos y otras actividades paralelas.

No han sido años fáciles, el cine ha sufrido un gran golpe por la crisis sanitaria, y nosotros también tuvimos que suspender el Festival en 2020. Por otra parte, organizar eventos en el ámbito cultural no es nada fácil, buscar fuentes de financiación es complicado y el festival que hemos diseñado tiene grandes dimensiones, por lo que el gasto también es importante.

Este año el Festival va celebrar su 15 aniversario y estamos orgullosos de ver que poco a poco se va consolidando, ahora mismo es el Festival de animación más longevo del País Vasco.

Puesto que la dirección del festival implica ver multitud de obras anualmente, ¿qué evolución principal aprecias en el ámbito animado durante la última década?

La democratización de la tecnología y las plataformas de vídeo presentes en la red han elevado la producción de animación. El parón en la industria del cine provocado por la crisis sanitaria no ha afectado a la producción de animación y se ha realizado mucho contenido de animación para adultos sobre todo en formato corto.  El documental animado está cogiendo mucha fuerza.

En cuanto al cine de animación infantil hay nuevas maneras de narrar historias y temáticas que hasta ahora eran impensables de tratar con los niños.

En Animadeba siempre hemos apostado por seleccionar propuestas visuales arriesgadas, y en los últimos años hemos recibido muchos trabajos interesantes que utilizan técnicas mixtas.

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