Juan Pilila (John Dillermand) es una serie danesa emitida por la cadena pública DR que se ha hecho conocida en prácticamente todo el mundo por la controversia surgida en torno a su premisa: el protagonista es un hombre con un pene enorme y prensil que usa para manipular objetos y que, por supuesto, le acarrea todo tipo de problemas. Lo mismo le ha ocurrido a los responsables de la cadena y de la serie, a los que esa idea les está trayendo problemas en forma de duras críticas. Quizá no hubiera sorprendido tanto de no ser porque la producción es apta para todos los públicos.
Como de costumbre, hay quien lo considera inapropiado para público infantil, mientras otros expertos señalan que a los niños los genitales les resultan graciosos y es esa comicidad la que explora la serie.
En el momento en el que escribo esto solo he visto el primer capítulo -puedes verlo todos aquí-, así que no he llegado a una conclusión propia. Y aunque la viera entera, no soy la persona adecuada para emitir un juicio puesto que no soy experto en psicología infantil.
Solo añadiré dos cuestiones:
1. Me recuerda a los problemas que tuvo Michel Ocelot cuando decidió mostrar los pechos de sus personajes femeninos en Kirikú y la bruja (1998).
2. La animación y estética de Juan Pilila es muy interesante. Parece influida por Panique au village (2002).
He aquí la cabecera de la serie, que ya da una idea de cómo es su protagonista y cómo emplea su pene:
