LOS SUPERSÓNICOS (THE JETSONS).
8/10
En 1960, Los Picapiedra fue la primera serie de animación que se emitió en prime time en la televisión estadounidense. El experimento tuvo tal éxito que se mantuvo en el horario de máxima audiencia durante seis temporadas y es considerada un clásico de la televisión. En vista de la entusiasta acogida, ABC y Hanna-Barbera llegaron a la misma conclusión: quizá sería interesante seguir ofreciendo animación para público adulto en prime time.
Así es como llegó a antena Los Supersónicos dos años después. Tristemente, no tuvo tanto éxito, de modo que solo hubo una temporada en horario nocturno. Sin embargo, funcionó lo suficientemente bien como para que ABC, y luego CBS y NBC -por entonces las tres grandes cadenas de Estados Unidos-, la reemitieran en horario infantil durante dos décadas. Hacia principios de los 80 era tal su popularidad que Hanna-Barbera produjo dos temporadas más para que complementaran los 24 episodios originales en el bloque The Funtastic World of Hanna Barbera.
A pesar de ser menos influyente que Los Picapiedra en la cultura popular, esta serie retro-futurista es también uno de los clásicos esenciales de la animación. Según Don Markstein, autor de Toonopedia, es una versión espacial de Blondie, del mismo modo que Los Picapiedra era una versión en la edad de piedra de The Honeymooners. Y sí, la serie protagonizada por los Jetsons era una sitcom de la época pero ambientada en el 2062 -100 años después de la emisión del primer capítulo-.
El tipo de humor, el arquetipo de familia, el rol de la mujer…, todo eso bebía de los 50 y 60, pero al menos introdujo multitud de elementos de ciencia ficción, muchos de los cuales predijeron con acierto la sociedad del siglo XXI. Aún no hemos llegado a los coches voladores -ya están en marcha los primeros prototipos-, pero sí nos comunicamos a distancia a través de pantallas, nos entretenemos con pequeños aparatos tecnológicos, los robots realizan muchos trabajos, los electrodomésticos han facilitado las tareas domésticas… También vio claramente que viviríamos más años y que las distancias cada vez se recorrerían en tiempos más cortos e imaginó la arquitectura y hoteles del futuro.
En definitiva, a pesar de que los chistes sexistas se han quedado viejos como otros muchos aspectos de los 60, predijo la ubicuidad de las pantallas, la automatización y la creciente importancia de la inteligencia artificial, cosa que pocas producciones de ciencia ficción anteriores a los 70 lograron.
Por otra parte, del mismo modo que Los Supersónicos recuerda en algunos pasajes a la visión cómica de la modernidad propuesta por Jacques Tati en Mi tío (1958), la serie que nos ocupa pudo ser una influencia para destacadas obras de ciencia ficción. Solo dos ejemplos: se adelantó a los anuncios en movimiento de Blade Runner (1982) y preludió la inactividad física gracias a la tecnología, pilar de la visión de la sociedad futura de WALL·E (2008).