SANTA INC..
7/10
Son muchos los aspectos para admirar en Santa Inc. o que hacen de esta, al menos, una serie recomendable. Para empezar, se nota que está creada y escrita por una mujer, la experimentada Alexandra Rushfield, en el sentido de que aborda cuestiones poco tratadas en las series de animación para adultos: lo difícil que resulta para una mujer llegar a dirigir una gran empresa, la masculinidad tóxica en los consejos de dirección, el deseo sexual femenino… Es más, la premisa de la serie es que una mujer -una elfa, para ser más exactos- desea ser nombrada la nueva Santa Claus, un puesto tradicionalmente masculino.
Hay varias escenas en las que esa perspectiva femenina, o esa denuncia de la desigualdad, tristemente poco tratada en la animación no apta para público infantil, resulta certera además de muy bienvenida. Otra cosa es que se quede lejos de los aciertos de Tuca & Bertie (2019) o Undone (2019).
Otro aspecto positivo es la creación de ‘Santa Inc’, la empresa, con profusión de personajes relacionados con la iconografía navideña, que son invariablemente personificados y habitan en una sociedad muy diversa e imaginativa: hasta los copos de nieve y los dulces tienen vida. Esta cuestión, además, está realzada por otro excelente trabajo de Stoopid Buddy Stoodios, el gran proveedor estadounidense de stop motion. La calidad de la animación es muy alta para tratarse de una serie y personajes y decorados son visualmente muy atractivos. No deslumbra tanto como en Crossing Swords o M.O.D.O.K. pero solo por la estética y la animación ya merece la pena darle una oportunidad.
En cambio, su tono -que busca constantemente provocar pero solo lo consigue de tanto en tanto- y su abuso de los chistes poco sofisticados sobre sexo y drogas caen en uno de los peores tics de la animación para adultos. Me refiero a creer que el ámbito ofrece solo una carta blanca para incluir insultos o escenas sexuales y olvidar sus posibilidades de tratar cualquier tema con mayor madurez.
