Wladyslaw Starewicz. Categoría: Cortometraje. |
Uno de los más populares cortos de Wladyslaw Starewicz y uno de los primeros que realizó. El autor de El cuento del zorro (1930), la segunda película de animación que se conserva, comenzó a experimentar con el stop motion tras recalar en 1911 en la compañía cinematográfica de Aleksandr Khanzhonkov. Dada su afición por la entomología, realizó esas primeras obras con insectos, que animaba con la por entonces naciente técnica de stop motion.
Como en Prekrasnaya Lyukanida, el otro corto que dirigió ese año, es un ejemplo de su evidente talento para dar vida a insectos y contar atractivas historias con los animales como protagonistas. Por supuesto que la fluidez de los movimientos está a años luz del refinado stop motion al que estamos acostumbrados gracias a estudios como Aardman o Laika, pero lo que lograba Starewicz en 1912 sigue asombrando.
Por otra parte, esta pieza, que puede traducirse como ‘la venganza del operador de cámara’, muestra cómo buena parte de la animación realizada en los inicios del medio no estaba pensada para el público infantil. Aquí la trama propone una doble infidelidad que incluye escenas de insectos -escarabajos, libélulas y saltamontes- besándose: no es precisamente lo que uno asocia con el entretenimiento para niños.