1958: Una invención diabólica (Vynález zkázy)

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Una invención diabólicaamazonfilmin

Karel Zeman.
UNA INVENCIÓN DIABÓLICA (VYNÁLEZ ZKÁZY).
10/10 – EL OLIMPO

Categoría: Película.
Guion: Frantisek Hrubín y Karel Zeman.
Año: 1958.
País: Checoslovaquia.
Género: Ciencia Ficción.
Técnica: Mixta, 2D, Cutout, Stop Motion.
Estudio: Filmové Studio Gottwaldov.
Idioma: Checo.
Característica: Imaginativo, Retro, Marino, Científicos.
Duración: 1h 23min.
Clasificación por edades: Todas las edades.
Streaming: Filmin.

Una invención diabólica no es tanto una película animada como una película con animación. Y sin embargo, para multitud de críticos y quien esto escribe, es una de las obras maestras del medio. Lo afirmo porque su uso de diversas técnicas animadas -tradicional, cutout y stop motion- es brillante e imaginativo y porque destaca en el siempre complejo ámbito de la mezcla de actores de carne y hueso y elementos animados. En ese sentido, posiblemente sea uno de los más logrados híbridos. Quizá no alcance la perfección técnica de Disney en Saludos Amigos (1942) o Canción del sur (1946), pero si en las producciones de Walt Disney actores y personajes animados habitan planos estéticos claramente diferenciados incluso cuando interactúan, en la obra de Karel Zeman están integrados en un mismo universo.

El largometraje, uno de los hitos de la denominada escuela de animación checa, adapta la novela de Jules Verne Ante la bandera (1986), aunque también toma elementos de otras novelas y, en general, da la sensación de ser una versión cinematográfica de su literatura. Quizá por eso, cuando el film se estrenó en Estados Unidos en 1962 se tituló con acierto The Fabulous World of Jules Verne. El resultado es en efecto fabuloso y, por su singular elección estética, Karel Zeman sí logró que diese la impresión de reproducir el mundo del escritor francés.

Esa elección es convertir la propuesta en un equivalente cinematográfico de los grabados que ilustraron las ediciones originales de aquellas novelas. Ilustraciones de Édouard Riou o Léon Benett que puntualmente reproduce con admirable exactitud. Parte del efecto lo consiguió con el recurso a la animación para fondos e inventos varios, pero también con un tratamiento muy particular del color, de los decorados y hasta del vestuario de los actores. En cada plano hay multitud de rayas para simular el efecto de los grabados sobre madera. En fin, Una invención diabólica es como asistir a una sucesión de esas ilustraciones en movimiento.

Por otra parte, esta maravilla de Karel Zeman nos retrotrae a una época del cine que ya no existe. Un periodo de efectos especiales analógicos y artesanales, con trucos prácticos y efectos de perspectivas, en los que contaba más la imaginación que la tecnología. Lo han señalado numerosos estudiosos, pero es evidente la influencia de Georges Méliès, de cuyo cine, además de puntuales elementos, toma sobre todo ese sentido de magia, de inventiva libre, de concepción del arte como terreno de juego y de pruebas. También es más que probable, por cierto, la influencia de Fritz Lang y su Metrópolis (1927), claro que lo mismo se puede afirmar de prácticamente cualquier obra de ciencia ficción.

Junto con su llamativa estética y el creativo empleo de animación para lograr esa estética, el film destaca por las muchas e ingeniosas ideas audiovisuales que propone. Por ejemplo el sentido del humor del disparo en el periódico, de la tinta de calamar extendiéndose por el agua, de los empleados del villano barriendo el enorme cañón momentos antes de intentar usarlo o del fragmento que este ve en su cinematógrafo privado. Pienso también en detalles como que los disparos de ese mismo villano formen una melodía al estallar en el aire. Estos son solo algunos y no es posible listarlos todos porque prácticamente cada escena desarrolla ese tipo de aciertos que pasan más o menos desapercibidos durante el curso de esta fascinante película.

Jordi Sánchez-Navarro, en su excelente libro La imaginación tangible (2020), incluye Una invención diabólica en su filmografía esencial de animación que consta de solo 50 títulos. De la cinta afirma: “es ya un lugar común afirmar que Karel Zeman probablemente sea el cineasta que más ha influido en la mirada y en la forma de pensar de cineastas visionarios como Terry Gilliam, Tim Burton o Wes Anderson”. Certera observación. Es inevitable apreciar el alcance de la personalidad del artista checo en la animación con recortes de Gilliam en Monty Python’s Flying Circus (1969); en los primeros trabajos de Burton, incluido naturalmente Pesadilla antes de Navidad (1993); o en el estilo deliberadamente estilizado y artificioso de Anderson, cuya filmografía incluye el singular stop motion de Fantástico Sr. Fox (2009) y también una notable coincidencia: la ambientación marina de Life Aquatic (2004).

Dato curioso: el film ha sido también conocido por el título en inglés A Deadly Invention, y recientemente ha sido titulada Invention for Destruction para la edición en formato domestico de una versión restaurada.

Dato curioso 2: según los datos del Ministerio de asuntos exteriores de la República Checa, sería la película checa más exitosa.

Reseña Panorama
Puntuación
10
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