Yuri Norstein. Categoría: Cortometraje. |
Tales of Tales está ampliamente considerado la obra maestra de Yuri Norstein y en varias influyentes listas con los mejores cortos de animación de la historia figura en la primera posición. Es el caso de la realizada por el Los Angeles Olympic Arts Festival, en 1984, o de la publicada en el 2002 por Animafest Zagreb. En fin, poco importa que sea o no el mejor: esas listas lo que sí confirman, en cambio, es que se trata de una de las obras esenciales del cine del siglo XX, sea o no animado.
Yuri Norstein nació en la Unión Soviética en 1941 y veinte años después entró a trabajar en Soyuzmultfilm. A pesar de que, durante la década, el destacado estudio de animación realizó obras tan interesantes como Banya (1962), Los cisnes reales (1962) o Lefty (1964), al veinteañero Norstein no le gustaba el tipo de animación que allí se creaba. Sin embargo, fue en esa época cuando descubrió el cine de Serguéi Eisenstein y pudo colaborar con grandes de la animación rusa como Ivan Ivanov-Vano o Fyodor Khitruk, el segundo de los cuales, por cierto, fue un firme defensor de su trabajo y le ayudó cuando tuvo problemas con la censura comunista.
Tras debutar como director con 25-e – pervyy den (1968) y, tras varios encontronazos con la censura, en 1979 -un año antes según las fuentes- presentó Tale of Tales, que solo pudo estrenar tras cambiarle el título: originalmente iba a titularse There Will Come a Little Grey Wolf, mucho más apropiado. La pieza es una maravilla que deslumbra por su estética, con un creativo uso de luces, sombras y colores; por su animación, experimental y realista según el pasaje; y por su hipnótica narración, que parece indagar en los mecanismos de la memoria. Y por supuesto, deja para la posteridad escenas y personajes memorables, como el baile del tango -con la evocación de las muertes provocadas por la guerra- o el lobo antropomórfico, respectivamente.
El libro Animation Unlimited (2004) lo selecciona en su lista de cincuenta cortometrajes innovadores desde 1940 y lo describe así: “una colaboración entre el director Yuri Norstein y la dramaturga Lyudmila Petrushevskaya. Basada en los recuerdos de la infancia de Norstein, el film es exquisitamente detallado y fantásticamente complejo”.